Vacunas para hepatitis A y B no previenen contagio de la de origen desconocido

Las vacunas contra las hepatitis A y B que actualmente hay en México y en el mundo, no previenen, ni sirven para evitar un contagio de la hepatitis grave de origen desconocido que afecta a menores de edad en diversos países, señaló Javier Moisés Castellanos Martínez, infectólogo pediatra.

En conferencia virtual de prensa, añadió que debido a que no se ha descubierto lo que ocasiona dicha enfermedad, por el momento no hay manera de prevenirla.

Esta hepatitis infantil aguda, cuya etiología o causa todavía no es lo suficientemente clara, desde luego que las vacunas que disponemos no protegen contra este padecimiento necesitamos más información”, señaló.

No obstante, lo anterior, el también maestro en investigación clínica, exhortó a las madres y a los padres para que vacunen a los menores de edad contra las hepatitis ya conocidas.

Explicó que el biológico contra la hepatitis B, está contemplado dentro del esquema nacional de vacunación, cuya cobertura cayó -dijo-, durante los más de dos años que van de la pandemia.

Incluso, Castellanos Martínez recomendó buscar en la medicina privada el biológico contra la hepatitis A y aplicarlo, ya que no hay obligatoriedad para administrarlo dentro de todo el sector público, “a excepción del IMSS y del ISSSTE que sí la aplican en sus guarderías” y ante determinados brotes.

Por lo pronto lo que sí debemos hacer, es vacunar contra las hepatitis A y B, porque sí tenemos estas vacunas. A quienes les falten o a quienes tengan incompleto su esquema lo deben actualizar lo más pronto posible.

Y en relación a la nueva hepatitis, hay que estar atentos a la información y a las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país”, señaló.

Por otra parte, en el webinar “Hepatitis infantil de etiología no determinada en México”, organizado por la Dirección General de Promoción de la Salud, la pediatra Claudia Olivares Nolasco señaló que es importante que ante la presencia de esta nueva enfermedad, es muy importante que la familia esté atenta a los síntomas para que se busque atención médica inmediata.

La sintomatología puede ser coloración amarilla de la piel y ojos, orina oscura, falta de color en el excremento, diarrea, vómito, debilidad, dolor y crecimiento abdominal.

Excelsior