Neurona, la fábrica de engaño para las izquierdas en América Latina

“No somos una consultora, somos un colectivo que gana elecciones”. Es el lema que reza en el perfil de Vimeo de Neurona, una de las estrategas favoritas de algunos titanes de la política de la llamada nueva izquierda latinoamericana de la última década. Los centenares de anuncios publicitarios promocionando a candidatos y a partidos de la región que reposan en esta cuenta son de las pocas huellas que quedan de Neurona en la red. El resto de perfiles, incluso su página web, se han esfumado. Hallamos sí, rastros digitales de la telaraña de portales propagandísticos y cuentas falsas que la consultora usó para posicionar estratégicamente a gobiernos y políticos al menos desde 2015.

Tras verse involucrada en investigaciones judiciales en Bolivia, España y Ecuador por presuntas irregularidades en contratación y desvío de fondos públicos, Neurona disminuyó su actividad casi por completo. “Ahora somos Plan B”, fue la respuesta que dio el fundador y director de Neurona, César Hernández Paredes, a un periodista el pasado mayo, tres años después de que terminara su actividad pública. Esta investigación de Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) de México, Cazadores de Fake News de Venezuela, GK de Ecuador y periodistas independientes en Bolivia halló evidencias que sugieren que Hernández y sus socios siguen involucrados en asesoría política..

Esta historia, que también desentraña el modo de operación de esta fábrica de propaganda, hace parte de la colaboración periodística transfronteriza Mercenarios Digitales, un trabajo de 20 medios de la región, cinco organizaciones especialistas en pesquisas digitales y el apoyo de un curso de estudiantes de maestría de la Universidad de Columbia, con la coordinación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP).

Desde que comenzó la carrera para representar a Morena en el proceso electoral de 2024, esta alianza verificó que, con más de 200.000 seguidores, la página de Facebook de Pulso Ciudadano—un medio que comparte IP con un sitio web creado por Hernández y que tiene enlazado en su descripción a un portal registrado por Gustavo Aguado Butanda, consultor de Neurona y director de Revolución 3.0—pagó una suma equivalente a unos 20.000 dólares por contenidos publicitarios en favor de Adán Augusto López, exsecretario de gobernación y uno de los aspirantes a ser candidato morenista a la presidencia. Una campaña que Hernández, a su vez, está promoviendo en sus redes personales.

El apoyo de Hernández a Morena no es casual. El medio insignia del consultor es el portal Revolución 3.0, fundado en 2012 y que tuvo el impulso de personajes que pertenecen al círculo más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, y que a la vez es una plataforma que difunde contenido favorable a Morena y al gobierno vigente.

Un análisis en fuentes abiertas demuestra que Revolución 3.0 coordina una decena de sitios web que se presentan como noticieros y que difunden contenido en favor del gobierno morenista de Michoacán, México. Esta telaraña de portales conectados entre sí copia un modus operandi hasta ahora desconocido de Neurona: crear múltiples dominios y usar algunos de ellos como medios noticiosos. Pudimos establecer que, entre 2015 y 2019, la consultora montó una red de al menos 116 páginas web en distintos países, algunas creadas con minutos de diferencia, y que 31 de éstas se usaron como medios que tuvieron un comportamiento inauténtico.

Es decir, la mayoría de estos noticieros actuaron como cáscaras vacías, activándose en épocas cercanas a elecciones, con poca producción propia. Tendieron a copiar contenidos de otros medios, seleccionando el material que más les convino, de acuerdo con una coordinación enfocada a favorecer los clientes políticos de las consultoras de Hernández en Latinoamérica. No tenían una estructura directiva visible, pero el análisis técnico revela que los registraron las mismas personas. A pesar de esta evidencia forense, se presentaron como medios que actuaban de forma independiente, como si no estuvieran relacionados.

Por lo menos desde 2020, Meta ha realizado múltiples divulgaciones sobre acciones coordinadas de comunicación política en su plataforma, y una de las técnicas más prominentes en lo que Meta llama “operaciones inauténticas coordinadas” ha sido usar redes de medios que parecen ser periodísticos o que se disfrazan como tales, para impulsar propaganda o desinformación, según los documentos a los que ha tenido acceso esta alianza.

Sólo para dar un ejemplo, Meta detectó que Estraterra, una empresa de relaciones públicas canadiense, usó una red de cuentas falsas para “gestionar páginas que se hacían pasar por medios noticiosos independientes”, que se activaba en periodos cercanos a elecciones y luego detenía su actividad. La compañía verificó que, a pesar de que las personas que coordinaban esta red trataron de ocultar tanto su identidad como la interrelación entre las páginas, se encontraron vínculos con consultores políticos y exempleados de Estraterra y funcionarios políticos.

Volviendo a Neurona, ésta creó contenido que fue luego diseminado por cuentas falsas (que no pertenecían a personas de verdad) que auspiciaron simultáneamente a candidatos de distintos países. Como es el caso de cuentas de Twitter aparentemente venezolanas que, en 2017, a la par que abogaban por el gobierno de Nicolás Maduro, difundían publicaciones con contenido engañoso en contra del entonces candidato presidencial de Ecuador, Guillermo Lasso.

Neurona llevó a cabo estas prácticas mientras trabajó con más de 200 campañas electorales, según recoge un dossier de balance de la compañía, aunque no especifica con cuáles. Tras casi nueve años atendiendo distintos gobiernos y partidos de izquierda, la consultora se vio implicada en investigaciones judiciales sobre presuntas irregularidades en contratación y desvío de fondos públicos. En Bolivia, en 2021 se desestimó la causa que indagaba la adjudicación directa a Neurona de contratos millonarios durante el último gobierno de Evo Morales. Ahora, en España y Ecuador, la justicia trata de esclarecer si hubo anomalías en los contratos que suscribió Neurona con organizaciones políticas de ambos países, respectivamente, Podemos y Unión por la Esperanza (UNES).

Las redes del éxito de César Hernández

Para la inmensa mayoría, César Hernández fue un desconocido hasta que su nombre empezó a copar titulares por sus embrollos con la justicia. El fundador de Neurona y de Revolución 3.0 era bien conocido entre líderes políticos de la izquierda. Desde 2012, el mexicano hizo trabajos para presidentes como Andrés Manuel López Obrador en México, Nicolás Maduro en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, según muestran los videos publicados en sus perfiles y los contratos a los que ha tenido acceso esta alianza.

Aunque Hernández incursionó en el mundo de la comunicación con tan solo 11 años, con su propia columna en el periódico local El Sol de Morelia, en el estado mexicano de Michoacán, pronto dejó de trabajar en los medios para empezar a producirlos. Se vinculó primero a la megaproductora audiovisual Argos Comunicaciones, que fue propiedad hasta el pasado junio del empresario Epigmenio Ibarra, muy cercano al presidente López Obrador. Allí logró consolidar sus dos grandes proyectos en forma simultánea: la consultora Neurona y el portal digital Revolución 3.0.

A pesar de que nació como un medio para ser dirigido por jóvenes activistas, según dijo el propio Hernández en una entrevista que dio el año 2016 a estudiantes de la Universidad Vasco de Quiroga en Morelia, desde sus inicios la lista de nombres que componen las filas de Revolución 3.0 son del círculo de López Obrador y cercanas a Morena. De acuerdo con Hernández, entre sus impulsores se encuentran el propio Epigmenio Ibarra, hombre de confianza del presidente. También formó parte de este grupo Carlos Payán, el ya fallecido fundador del periódico La Jornada, y Jenaro Villamil, actual presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.

Con el portal Wayback Machine, que recopila versiones históricas de sitios web, se ha verificado que al menos desde noviembre de 2016 hasta junio de 2019, tanto Ibarra como Payán figuraban en el consejo consultivo de Revolución 3.0 como director y presidente, respectivamente. Sin embargo, los archivos permiten ver que para mediados de 2020, cuando Neurona ya estaba envuelta en investigaciones judiciales, el directorio de Revolución 3.0 cambió y ambos fueron reemplazados.

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Captura de pantalla que muestra que Epigmenio Ibarra y Carlos Payán como parte del directorio del medio digital Revolución Tres Punto Cero, fundado por César Hernández. Imagen obtenida de la plataforma Wayback Machine

Alberto Escorcia, extrabajador de Argos TV, explicó en una entrevista para esta investigación periodística que Revolución 3.0 fue el anzuelo de Hernández para aterrizar en países de América Latina y facilitar que Neurona pudiera acceder a contratos con los gobiernos locales. En Bolivia, Hernández abrió una sucursal de Revolución 3.0 en 2014 y Neurona produjo videos para la campaña de Evo Morales para las elecciones presidenciales de ese año. Después de la victoria del presidente—la tercera consecutiva desde 2006—, Neurona se catapultó y consiguió abrir las puertas de otros países para asesorar a gobiernos de izquierda, según afirma en una memoria. En Bolivia, además, consiguió en los años siguientes ocho contratos con el gobierno de Morales los que, según los documentos firmados entre mayo de 2017 y agosto de 2018, sumaban 1,8 millones de dólares de la época.

Esta alianza contactó con fuentes de la presidencia y de Morena, así como con los mencionados exmiembros del directorio de Revolución 3.0 para verificar su relación con Hernández y con Neurona, pero a la fecha de esta publicación no ha obtenido respuesta.

López D.