La economía mexicana se desacelerará este año debido al efecto retardado del ajuste de la política monetaria y la desaceleración esperada en Estados Unidos y China.
Se espera que este año crezca 2.3 por ciento, luego de que en 2023 registre un avance de 3.5 por ciento, expuso Moody’s Investors Service.
No obstante, destacó que “seguirá beneficiándose del nearshoring de las cadenas de suministro”, aunque “las perspectivas de inversión podrían verse afectadas por preocupaciones en torno a las capacidades de infraestructura en general y las del sector energético en particular”.
Dentro de las perspectivas de Moody’s, Brasil también enfrentará una desaceleración, ya que proyectó que su economía crezca 2.0 por ciento, desde el previsto 3.0 por ciento del año pasado. En los casos de Chile, Colombia y Perú expuso un repunte respecto a los resultados del 2023. Moody’s abundó en que los bancos centrales de la región comenzaron a flexibilizar la política monetaria en 2023 con varios recortes de tasas en Brasil, Chile, Perú y Uruguay.
Si bien estimó más recortes en 2024, consecuente con un descenso continuo de la inflación y expectativas ancladas, advirtió que es probable que la postura se mantenga restrictiva en términos absolutos y relativos.Por otro lado, consideró que habrá una reducción limitada del déficit fiscal en la mayoría de los países en 2024. “En algunos países soberanos, la consolidación fiscal no será suficiente para estabilizar los niveles de deuda en los próximos dos o tres años, incluyendo Brasil, México y Chile”, indicó.
Aludió que los niveles de deuda de estos tres países aumentarán entre dos y tres puntos porcentuales del PIB a medida que los soberanos acumulen déficits primarios. “Se necesitarían medidas de consolidación fiscal para mejorar los balances fiscales y estabilizar los niveles de deuda”, puntualizó.
El Financiero
            



