Las elecciones del pasado 1 de junio siguen generando sacudidas en el terreno político de Veracruz. Esta vez, el foco está dentro de Morena, donde se señalan posibles traiciones internas por parte de dos figuras clave: el senador Manuel Huerta y el exsecretario de Gobierno Eric Cisneros.
Ambos están en la mira por, presuntamente, haber operado a favor de otros partidos políticos durante el proceso electoral. Huerta habría impulsado candidaturas del Partido del Trabajo (PT), mientras que Cisneros habría respaldado a aspirantes de Movimiento Ciudadano (MC).
Y los números respaldan las suspicacias:
Movimiento Ciudadano se llevó 582,294 votos (19% de participación), posicionándose como la segunda fuerza política en el estado, mientras que el PT obtuvo 385,224 votos, colocándose en el cuarto lugar.
Ante los cuestionamientos, la gobernadora Rocío Nahle fue clara:
“Aquí nadie es retenido por la fuerza. Morena se formó con gente libre, con convicciones. Si alguien se fue por intereses personales, es su responsabilidad.”
Nahle también subrayó que Morena ganó la mayoría de municipios en la Cuenca del Papaloapan —de donde es originario Eric Cisneros—, dejando solo dos demarcaciones a la oposición.
En tono firme, la mandataria agregó:
“Veracruz no es propiedad de nadie. Quien no haya entendido el ejemplo del presidente López Obrador y piense que está por encima del pueblo, se equivoca.”
Por ahora, Morena guarda silencio oficial sobre sanciones internas, pero el mensaje de Nahle fue contundente: en política, cada quien responde por sus actos.
¿Se avecina una purga en Morena Veracruz? Las elecciones ya pasaron, pero el reacomodo interno apenas comienza.
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