La polémica por el viaje de lujo de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente AMLO, llegó hasta Palacio Nacional. Pero la presidenta Claudia Sheinbaum eligió no encender la mecha… al menos no directamente.
Luego de que Andy López Beltrán publicara una carta justificando su estancia en Japón, donde confesó haberse hospedado en un hotel de 7,500 pesos por noche y haber volado en avión comercial, Sheinbaum reaccionó con un mensaje cargado de simbolismo político.
“No voy a entrar en discusiones al respecto, solo recordar que a nosotros nos juzga el pueblo”, dijo, tajante.
Aunque la presidenta negó sentirse aludida, envió un claro recordatorio a los militantes de Morena:
“Uno de nuestros principios es la autoridad moral… y hay que mantenerla”, subrayó.
Sin hacer señalamientos directos, Sheinbaum apeló al ideal fundacional del movimiento: la austeridad republicana, uno de los pilares que AMLO promovió durante su sexenio. Y aunque afirmó que mantiene buena relación tanto con López Beltrán como con “los adversarios”, el mensaje parece dirigido a quienes han olvidado que el poder no da permiso para el derroche.
La carta de Andy, publicada tras el revuelo mediático, intentó limpiar su imagen: afirmó que pagó todo de su bolsa y que el viaje no tuvo fines oficiales. Pero el costo del hotel, sumado a la opacidad de su rol público, encendió las críticas.
🧨 ¿Puede Morena predicar austeridad mientras sus figuras cercanas disfrutan de lujos?
Sheinbaum parece querer marcar una línea… sin romper del todo con la familia obradorista.
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