Mujeres en el poder: Hay que demostrar para qué

Por Si Estaban Con El Pendiente
Quetzalli Hernandez

El 15 de septiembre de 2025 será recordado como un momento histórico para México, por primera vez, el Grito de Independencia fue encabezado por mujeres: Claudia Sheinbaum como presidenta de la República y, en Veracruz, Rocío Nahle como gobernadora.
Un hecho simbólico, sí, pero que no se nos olvide que hacer historia no es lo mismo que hacer las cosas bien, pasar a la historia solo por ser mujer demerita el cargo que hoy ostentan muchas en el poder, ser mujer no puede ser el único mérito.

En Veracruz, Rocío Nahle —originaria de Zacatecas— dio el grito vestida de jarocha —buena decisión para intentar quitarse el estigma de no ser merecedora de gobernar un estado que no la vió nacer— pero, más allá del símbolo, lo que se espera es fondo porque de nada sirve el traje típico ni los discursos emotivos si su presencia no se traduce en cambios reales, no basta con ser mujer; hay que ser mujer capaz, honesta, firme, comprometida, mujer de buenos resultados.

Veracruz y México enfrentan problemas estructurales: violencia, inseguridad, feminicidios, corrupción, abandono del campo, crisis ambiental, pobreza, un sistema de salud debilitado, retrocesos en materia educativa y una democracia que se tambalea entre la polarización y el autoritarismo.

Por eso, hoy más que nunca, ser mujer en el poder no debe ser solo un símbolo, debe ser una oportunidad para demostrar que no solo podemos estar ahí, sino que podemos hacerlo bien.

No hacen falta gobiernos que lleven solo rostro de mujer, ser mujer no es suficiente, lo que importa es cómo se gobierna, se necesitan mujeres que dignifiquen esa representación.
Urge que quienes hoy hacen historia por ser mujeres en el poder, lo hagan también por su capacidad, por su entrega, por sus decisiones valientes y correctas; estar ahí solo para cumplir una cuota o llenar una expectativa de género no es un verdadero avance.
Hoy, millones de mujeres observan con atención y no basta con llegar, hay que demostrar que valió la pena, que las mujeres no solo piden espacios, sino que los honran y los transforman.

Veracruz está cansado de la violencia, del abandono, de la impunidad, de los proyectos impuestos, de los intereses privados por encima de la gente, de las mentiras, de los desfalcos, de las promesas, Veracruz había sido gobernado solo por hombres, hoy gobierna una mujer y queremos que se vea el cambio.

Como mujeres, claro que celebramos que haya mujeres en el poder, pero no las queremos solo para la foto ni para escucharlas cada 15 de septiembre, las queremos para transformar.

No basta con que una mujer grite “¡Viva México!” desde un balcón, es necesario que gobiernen con dignidad, con inteligencia, con valentía, que no usen el género como bandera, sino que lo respalden con hechos.

Porque ocupar un cargo solo por ser mujer no es un logro, el verdadero logro es ejercerlo con altura, con responsabilidad y con conciencia del poder que hoy tienen en sus manos.
Y también hay que decirlo con claridad: no llegaron todas, no llegaron las que fueron asesinadas, las que murieron secuestradas, las que están desaparecidas y las que fallecieron en un hospital por falta de medicamentos.

No llegaron las que fueron silenciadas por la violencia, por la pobreza, por el olvido, no
llegaron todas porque este país aún no es justo con sus mujeres.

Claudia y Rocío como muchas otras mujeres en el poder sí llegaron, se les felicita, se les reconoce, están ahí, las vimos la noche del 15 de septiembre, las seguimos y las observamos a diario.

LLEGARON LAS MUJERES, AHORA HAY QUE DEMOSTRAR PARA QUÉ.