La paciencia se agotó. Familiares de docentes jubilados y fallecidos salieron este jueves a las calles del centro de Xalapa para denunciar lo que llaman un fraude disfrazado de pago cometido durante la administración de Cuitláhuac García: la entrega de alrededor de 400 cheques sin fondos del seguro institucional que les correspondía.
“Nos dieron el cheque y ese mismo día nos lo retiraron. Fue un engaño, una burla”, denunció Miriam Ramírez Cruz, una de las manifestantes que asegura que el adeudo data de más de 15 años.
El drama humano detrás del caso es brutal: muchos maestros ya murieron esperando su dinero, mientras otros viven enfermos y requieren con urgencia esos recursos para costear tratamientos médicos.
Con pancartas en mano y bloqueando la calle Enríquez, los afectados advirtieron que no se moverán hasta tener una respuesta. Recordaron que desde enero buscaron acercamiento con la actual gobernadora Rocío Nahle, quien les prometió una resolución para mediados de septiembre, pero el plazo venció sin resultados.
La exigencia es clara: que el gobierno de Veracruz deje de simular y pague lo que debe a quienes entregaron su vida a la educación. El escándalo vuelve a poner bajo la lupa el manejo del dinero público en la pasada administración, donde incluso los muertos siguen siendo víctimas de la corrupción.
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