La Bamba. Por Jasiel Valerde García
* A Veracruz se le respeta
“A mi me podrán chingar, pero se quedan con un tigre enfurecido que es el pueblo de Uruapan. ¡Aguas!, ¡aguas!”, un claro y contundente mensaje que envió el alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, quien fue asesinado cobardemente la noche del pasado sábado 1 de noviembre durante la inauguración del tradicional Festival de Velas, que forma parte de las festividades del Día de Muertos. Y es que, en repetidas ocasiones, el edil solicitó la intervención del gobierno federal en el municipio de Uruapan, debido a los altos índices de violencia y la evidente complicidad de la Guardia Civil del gobierno estatal, encabezado por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, a quien Manzo Rodríguez acusó en otro video de corrupción y extorsión.
Luego, a principios del mes de octubre Carlos Manzo denunció en sus redes sociales que los 200 elementos de la Guardia Nacional que habían llegado a Uruapan y que participaron en varios operativos exitosos en la región, se retiraron de la noche a la mañana sin aviso previo, por lo que lamentó la decisión y nuevamente hizo un enérgico llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum y al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para que no dejaran solo a Uruapan en la lucha contra el crimen. Ayer, García Harfuch, informó en conferencia de prensa que, al momento de su muerte Carlos Manzo estaba escoltado por 14 elementos de la Guardia Nacional. Y entonces, ¿qué pasó? ¿Nos está diciendo que un solitario tirador logró burlar a 14 escoltas federales y encestar 7 disparos contra el edil y nadie se dio cuenta? Yo solo sé que los elementos de seguridad que son asignados para protección de funcionarios siempre reciben cursos y preparación especial, por lo que me resulta poco creíble que nadie lo vio venir.
¿Crimen de estado? Nunca lo sabremos, porque al igual que en caso el Colosio, se ocultarán todas las evidencias y los cabos sueltos. Señor secretario de Seguridad, calladito se ve más bonito¡, así que evocando a su jefa con los estudiantes de la Universidad Veracruzana en Poza Rica: “Shhhhhhhhhh”. Dicen que sobre advertencia no hay engaño y Carlos Manzo lo advirtió, ahora veremos a quien le toca amarrar al tigre, porque lo que se viene, no pinta nada bien para la 4T que tiene a México sumido en el momento más oscuro en la historia moderna del país y, con la presión que el gobierno de Estados Unidos está ejerciendo, no tardará en llegar el primer zarpazo.
Ayer, cientos de michoacanos marcharon por las principales calles de Morelia, Michoacán, para exigir justicia por este artero crimen. Al grito de: “¡asesino, asesino!, ¡fuera Bedolla, fuera Morena!, ¡Carlos no murió, Morena lo mató! “, los manifestantes tomaron el Palacio de Gobierno; Sin embargo, minutos después fueron reprimidos por elementos de la Guardia Civil y se logró la detención de 8 de ellos, pero ¿y los culpables de la muerte de Manzo Rodríguez cuándo? Y no me refiero solo al presunto autor material que fue abatido en el lugar, si no al autor intelectual y sus cómplices, porque evidentemente aquí hubo mano negra. Es preciso recordar que la incapacidad de gobierno para combatir la delincuencia fue lo que propició la conformación de los grupos llamados autodefensas, quienes, en el contexto del hartazgo, tomaban justicia por mano propia. “Sí el gobierno no proporciona las garantías de seguridad que el pueblo necesita nos podemos armar”, aseguraba José Manuel Mireles, líder de autodefensas en Michoacán, así que ojo ahí, que esto se le puede ir más de las manos señora presidenta, conste.
Por su parte, el omiso gobernador Ramírez Bedolla fue repudiado al asistir al funeral de Carlos Manzo. Entre abucheos y mentadas de madre fue recibido el mandatario estatal quien además fue abofeteado por una ciudadana que no pudo contener su enojo. En redes sociales se ha convocado a una marcha pacífica el próximo 15 de noviembre en la Ciudad de México para exigir la renuncia del gobernador de Michoacán y de la presidenta Claudia Sheinbaum. Bajo ninguna circunstancia se justifica la violencia, pero el valemadrismo y la ineptitud de los pseudo funcionarios de Morena ¡calienta! Si no me creen a mí, que les pregunten a los alcaldes morenistas de Poza Rica y Álamo, Veracruz, cómo les fue en sus respectivos municipios, en los que fueron corridos con abucheos y “lodazos”. Todo parece indicar que el “pueblo bueno y sabio” y que de verdad despertaron al tigre. Ya veremos en los comicios intermedios de 2027. Al tiempo…
***** La semana pasada, durante una conferencia de prensa ofrecida en Palacio de Gobierno, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, volvió a perder los estribos al ser cuestionada sobre la revocación de mandato. La mandataria estatal oriunda de Zacatecas afirmó que a Veracruz se le respeta y a su gobernante también. ¡Hágame usted el favor! Ahora resulta que la señora gobernadora quiere venir a hablar de respeto, cuando precisamente por respeto a los veracruzanos, varios de sus miembros de su gabinete ya tendrían que haberse ido, empezando por sus secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, que simple y sencillamente están rebasados por la delincuencia de la entidad que se acrecienta cada día más. Y qué decir de la flamante secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado quien se ha cansado de demostrar su ignorancia e incompetencia, al frente de esta dependencia, pero evidentemente no hay respeto por los veracruzanos. Lo paradójico en el tema de la revocación de mandato es que apenas en el mes de septiembre el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, celebró que Rocío Nahle aceptara someterse a esta consulta al igual que los gobernadores de otras entidades e incluso la propia presidenta Claudia Sheinbaum; sin embargo, tras las inundaciones de varios municipios al norte de la entidad, la zacatecana sabe perfectamente que su imagen está “enlodada”, por lo que ahora, hablar del tema le ocasiona urticaria. Dijo que ella no está para dar contentillo a los “carroñeros”, vaya palabra tan interesante. De acuerdo con la RAE, “Carroñero” es un animal que se alimenta principalmente de carroña (animales muertos) o, figurativamente, una persona o cosa despreciable. Si ella utilizó está palabra para referirse a los verdaderos veracruzanos que exigimos que se largue y deje de dañar a nuestra querida entidad con sus tropelías, ¿cómo se le llamaría a una persona que no es querida, ni bien recibida y mucho menos respetada en su tierra natal y que ve en Veracruz solo una oportunidad de seguirse enriqueciendo? Yo le llamaría Rocío Nahle, pero como siempre amable lector usted dirá…
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