La Marcha de la Generación Z no sólo estremeció las calles de la Ciudad de México este 15 de noviembre. También desató una guerra abierta entre oposición y oficialismo, una confrontación que dejó claro que en México ya no hay puntos medios: o estás de un lado… o del otro.
Mientras cientos de jóvenes y familias gritaban por seguridad, la narrativa oficial se movía en sentido opuesto: “fracaso total”, “no llenaron el Zócalo”, “la derecha metió bots”. Y entre ambas versiones, las imágenes de jóvenes golpeados, gas lacrimógeno y acusaciones graves volaron por redes sociales como gasolina sobre un incendio.
Oposición: “¿A qué le tienen miedo?”
El Frente Cívico Nacional denunció una “brutal represión” de parte del gobierno capitalino. Aseguraron que la protesta fue legítima, pacífica y masiva.
Emilio Álvarez Icaza elevó la tensión al máximo con una frase que sacudió X:
“Carlos Manzo no murió… El gobierno lo mató”.
PRI y PAN mostraron videos y fotos de jóvenes heridos, acusaron uso excesivo de fuerza y exigieron explicaciones a la jefa de gobierno, Clara Brugada.
“En México hay abrazos para delincuentes… y golpes para los jóvenes”, acusó la diputada Carolina Viggiano.
Oficialismo: “Fracaso absoluto… no llenaron ni media cuadra”
Gerardo Fernández Noroña —siempre listo para el fuego cruzado— aseguró que la movilización fue un “fracaso absoluto” y que la derecha “ya ni bots puede comprar bien”.
Mario Delgado agregó que la 4T reunió más gente en Tabasco que la marcha en CDMX.
Según él, “quieren engañar a los jóvenes” para regresar corrupción y privilegios.
La maquinaria morenista cerró filas: minimizó la marcha, desacreditó a los asistentes y señaló una “operación financiada por la derecha”.
Claudia Sheinbaum: condena la violencia, promete explicación
Desde Tabasco, la presidenta Claudia Sheinbaum tomó distancia de la narrativa del “fracaso” y llamó a la calma:
“Condenamos todos los hechos violentos ocurridos en la Ciudad”.
Prometió dar detalles el lunes en su conferencia matutina.
México dividido… otra vez
La Marcha Z se convirtió en una radiografía del país:
Jóvenes marchando por miedo; oposición denunciando represión; Morena respondiendo con burlas, descalificaciones y acusaciones de complot.
Lo único claro tras el 15 de noviembre es que el campo de batalla político ya no está en los mítines… sino en las calles, los celulares y las redes sociales.
Y eso apenas está comenzando.
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