La historia que el gobierno capitalino intenta ocultar comienza a reventar: fuentes federales y universitarias revelaron indicios de una relación entre Martí Batres, hoy director del ISSSTE y uno de los políticos más fuertes del oficialismo, y el Bloque Negro, el grupo que ha sembrado caos en las protestas de los últimos años.
Los encapuchados de negro —que irrumpen en marchas contra la gentrificación, en las conmemoraciones del 2 de octubre y hasta en la reciente movilización de la Generación Z— no son improvisados. La Sedena y autoridades capitalinas los tienen perfectamente identificados: 19 líderes, un cuartel y una red que mezcla anarquistas, estudiantes expulsados y empleados del ISSSTE.
Un cuartel en la UNAM… y su extraño blindaje político
El epicentro del Bloque Negro es el auditorio Justo Sierra, mejor conocido como Che Guevara, un inmueble tomado desde el año 2000 y dominado por colectivos radicales.
Ahí, según documentos hackeados de la Sedena (los mismos filtrados por Guacamaya), opera desde 2014 una célula anarquista dirigida por José Luis Ramírez “El Chómpiras” e Irene Villegas, ambos con historial violento y expulsados del CCH Naucalpan.
Pese a los antecedentes penales de varios miembros y sus constantes apariciones en disturbios, prácticamente nadie ha sido detenido.
Y el dato que más enciende las alarmas: entre los participantes se encuentran trabajadores del ISSSTE, institución que encabeza… Martí Batres.
Los informes que incomodan al gobierno
Los reportes “Campos del poder” y “Grupos anarquistas Ciudad de México” de la Sedena enumeran a los colectivos más violentos:
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Comité Libertario de las Prepas 3 y 7
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CCH Oriente
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Okupache
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Cruz Negra Anarquista
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Instinto Salvaje
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Anarquistas de México
A todos se les atribuyen pintas en edificios, incendios, detonaciones de explosivos, agresiones y disturbios.
También documentan la participación de colectivas feministas radicalizadas en hechos como la toma de la CNDH en 2020 o los intentos de ingresar a Palacio Nacional en protestas por Ayotzinapa.
La pregunta que nadie quiere responder
¿Por qué un grupo con nombres, rostros, ubicación y antecedentes sigue operando con total libertad?
¿Por qué personas contratadas en el ISSSTE se mezclan en sus filas?
¿Y por qué los indicios apuntan hacia Batres, uno de los hombres más protegidos del lopezobradorismo?
Mientras las autoridades guardan silencio, el Bloque Negro se mantiene listo para la próxima marcha…
Y para muchos, la sospecha es inevitable:
¿Quién los está protegiendo realmente?
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