La historia se repite… pero ahora a nivel nacional. Con el sello personal de Claudia Sheinbaum y la maquinaria completa de la 4T, Ernestina Godoy pasó de ser la funcionaria más polémica de la justicia capitalina a convertirse en la nueva titular de la Fiscalía General de la República.
Una designación que destapa temores: ¿viene una “Fiscalía de Autor” con línea directa a Palacio Nacional?
Sheinbaum, ahora presidenta, ya había construido el relato: Godoy era “la mejor fiscal del país”, un mantra que repitió durante cinco años pese a las acusaciones opositoras que la tachaban de “fiscal carnal”. Pero más allá de los elogios, el Senado terminó avalando lo que muchos ven como la reedición de la dupla Sheinbaum–Godoy, aquella que operó coordinadamente —a veces demasiado— desde la CDMX.
UNA FISCALÍA QUE OPERÓ EN MODO POLÍTICO
Durante su paso por la FGJCDMX, Godoy ejecutó acciones que coincidieron quirúrgicamente con los intereses políticos de la hoy presidenta:
-
Hundió al fiscal de Morelos, Uriel Carmona, por el caso Ariadna Fernanda.
-
Remató al priista Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
-
Desató una ofensiva quirúrgica contra panistas con el “Cártel Inmobiliario”, justo en tiempos electorales.
Sheinbaum festejaba cada golpe mediático. Era su fórmula ganadora: justicia en cadena nacional, autonomía en letra chiquita.
LOS CASOS QUE NUNCA TOCÓ
Pero mientras la fiscalía presumía mano dura, quedaron agujeros negros que siguen doliendo:
-
Línea 12: 26 muertos, más de 100 heridos y ni un solo funcionario de alto nivel tocado.
-
Línea 3 del Metro: una víctima, cero responsables.
-
Coladera de Iztacalco: dos hermanas muertas sin justicia.
-
Feminicidios emblemáticos, como el de Montserrat Juárez, plagados de errores periciales.
-
Espionaje a la oposición, revelado por The New York Times.
-
Abusos sexuales denunciados por Mariel Albarrán contra un magistrado: congelados.
-
Caso Rebsamen: disculpas públicas sin responsables clave.
CUANDO LA RATIFICACIÓN FALLÓ…
En 2024, la oposición frenó su ratificación como fiscal capitalina. Godoy denunció “venganza política”.
La 4T respondió moviendo fichas: dejó a Ulises Lara como su sucesor de facto y preparó el terreno para su salto político.
Sheinbaum la impulsó al Senado, bailó en TV, ganó… y jamás ocupó la curul.
Primero fue consejera Jurídica.
Después, la jugada final.
LA JUGADA QUE LA LLEVÓ A LA FGR
Antes de renunciar, Alejandro Gertz Manero —sí, el mismo del caso Cuevas— acomodó a Godoy como Fiscal Especializada de Control Competencial.
Con eso quedó legalmente formada para ser encargada de despacho.
Y desde ahí, para competir y ser elegida fiscal general.
Su mandato: nueve años.
Su poder: gigantesco.
Su cercanía con la presidenta: absoluta.
¿AUTONOMÍA? ¿O LEALTAD?
La ratificación de Godoy consolida una tendencia preocupante: una Fiscalía General subordinada políticamente, pese a su diseño constitucional como órgano autónomo.
La dupla Sheinbaum-Godoy vuelve a escena, pero ya no para gobernar una ciudad.
Ahora lo harán desde uno de los puestos de poder más sensibles del país.
México no solo estrenó fiscal. Estrenó un nuevo equilibrio —o desequilibrio— de poder.
¡Visita y suscríbete a nuestro canal en Youtube, dando click a la imagen!





