La indignación estalló en el Instituto Tecnológico Superior de Xalapa (ITSX). Estudiantes acusan a sus directivos de intentar convertirlos en acarreados políticos para la concentración de Morena del próximo 6 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México, donde el gobierno celebrará siete años en el poder y mostrará “respaldo” a la presidenta Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con los alumnos, la instrucción no vino de rumores ni de pasillos: la orden habría sido dada directamente por el director general, Sidney René Toldo Martínez, y secundada por la directora académica Judith Amaya Domínguez. El mensaje —afirman— fue dirigido especialmente a quienes realizan su servicio social o están a punto de graduarse, es decir, quienes más vulnerables están a presiones administrativas.
“Esto no es formación académica; es imposición política”, denunciaron. Los estudiantes calificaron la instrucción como coerción política, abuso de autoridad y una flagrante violación a su libertad de decisión. Y lanzaron un reto incómodo: “Si la presidenta dice tener el respaldo del pueblo… ¿por qué obligar a estudiantes a llenar una marcha?”
Los jóvenes aseguran que el mensaje institucional fue emitido en un tono abiertamente intimidante, dejando claro que negarse podría traer consecuencias académicas. Entre rumores de represalias, el enojo creció.
Ahora, el ITSX está al borde de una revuelta interna: los alumnos advirtieron que, si la orden no se revoca de inmediato y no se garantiza que no habrá sanciones, tomarán las instalaciones.
“No estamos contra ningún partido. Estamos contra la imposición. La educación no es una herramienta política”, sentenciaron. Una frase que hoy resuena como un jaque directo a la autoridad educativa del plantel.
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