Alternancia ¡Ya!

Arquitectura en Primera Persona: Jorge Flores

Justamente hace seis años consideraba que la alternancia era deseable y representaba un paso para lograr la normalidad democrática en Veracruz, el día de hoy no tan solo considero que sea deseable es inaplazable, después de 12 años de fidelidad-prospera no encuentro motivos para justificar la permanencia del PRI en el gobierno y esto sin contar que más de 80 años gobernados por un solo partido es una aberración en todo sentido.

Hace seis años la fidelidad dejaba un Veracruz lastimado y ofendido por los excesos de un gobierno que lejos de administrar la cosa pública se dedicó gobernar electoreramente corrompiendo todo, desgarraron cualquier vestigio del proceso democrático que pudiera existir y construyeron un proyecto político en el que solo estaban ellos incluidos y el resto de los veracruzanos como simples rehenes de sus inconfesables intenciones.

Hoy tenemos un Veracruz aun más lastimado y ofendido, se degradó la política y las instituciones al prostituir desde organismos electorales, poder legislativo y judicial y hasta la misma figura de gobernador al ser ahora una burla a nivel nacional e internacional. Después de este largo gobierno el mismo PRI es consciente que la alternancia es inaplazable y su candidato intenta construir la idea de ser oposición desde el oficialismo, algo que por la misma estructura del partido y sus redes de complicidades se antoja algo más que complicado, es imposible.

El domingo pasado revise las fotografías del evento proselitista del PRI que se llevó a cabo en el estadio Colón en Xalapa, grave decepción al encontrar el mismo evento, las mismas palabras y lo peor, la campaña de los de siempre, con los de siempre y para los de siempre. Saben que la pobreza juega a su favor electoralmente y la ignorancia es el vehículo con el que a través de la manipulación y la dádiva de la torta y el frutsi los llevará, suponen ellos a la victoria “inobjetable”.

Veracruz ahora no es igual, después de todo la única transformación que lograron en estos doce años es la del hartazgo que lo transformaron en desesperación, la de la esperanza que ahora es decepción y la promesa de campaña que ahora nos parece insulto.

La alternancia no representa por si misma un cambio real o un beneficio medible en tasas o índices de desarrollo o democracia, pero es indispensable que estemos convencidos que no es posible construir un Veracruz mejor sin antes lograr la alternancia y la normalidad democrática. Esta normalidad debemos construirla desde el Congreso del Estado, fortaleciendo todas las instituciones y acotando a cualquier gobernador en el futuro. No podemos permitir que esto vuelva a suceder y el camino es imponer límites y contrapesos institucionales.

Son dos años en los que una vez ganada la alternancia debemos consolidar la vida política en el estado y deslindar responsabilidades claramente. Javier Duarte no se endeudo solo en una carrera loca por desfondar el estado, se trato de una red de complicidades estructurada en los tres poderes, en los que gran parte de la responsabilidad pasa por muchos de nuestros diputados.

Los candidatos al día de hoy no tienen ganado ni perdido nada y eso contrario a la percepción general es un gran avance democrático que hace 15 o 20 años resultaba imposible, el paso natural ahora es la alternancia y en dos años sentar las bases de una normalidad democrática.

Lo de cárcel para los responsables me parece que es un síntoma claro de la descomposición política y la sola alternancia no garantiza nada, es la normalidad democrática la que impone los limites y los contrapesos necesarios a los autócratas déspotas que han creído que Veracruz es su legado, su propiedad.

Son más de ochenta años y estoy convencido que Veracruz merece algo mejor, no le podemos dar la responsabilidad de la reconstrucción de nuestro estado a los mismos que lo jodieron.

Jorge Flores Martínez
Jorgeflores1mx@me.com