Veracruz 2.0. El día en que el PRI se largó: Argel Humberto

Es miércoles y parte de mi, se sigue negando a creerlo. El PRI perdió. Lo repito en mi mente, una y otra vez, pero algo me regresa a la realidad. Duarte sigue aquí, sus ladrones, aduladores, cómplices, mercenarios, caciques y su fuerza militar personal, siguen aquí. Tal vez es por eso que a pesar de sentir y compartir la gran sed de justicia que ha llevado a los veracruzanos a decir ¡Ya no más! Mi corazón aún tiene miedo. Miedo porque ellos siguen aquí, miedo porque a la federación no le importamos, miedo de que ya sea muy tarde. Miedo de que los veracruzanos ante la exposición prolongada a la fidelidad y a la prosperidad, nos hayamos contagiado. ¿Cuántos enfermos hay en realidad? Me queda claro que todas las tropelías realizadas al amparo del poder público durante doce años necesitaron una extensa red de cómplices, prestanombres y ejecutores. ¿Cuántas crápulas participaron de este estado criminal? ¿Qué tan profundo habremos de juzgar?

Tristemente, el único símil que se me ocurre para poder explorar una posible respuesta a éstas preguntas lo encuentro en los esfuerzos realizados por la comunidad internacional para no dejar impunes crímenes cometidos en conflictos armados. Y no, no es exagerado. La lógica que viene detrás de la justicia internacional, es que ante la imposibilidad material de poder juzgar a todos los responsables de determinados crímenes, la comunidad internacional invierte todo su capital en investigar, enjuiciar y condenar a los principales responsables. En el caso de Veracruz, estimo que no será distinto, el desfalco que se ha llevado acabo durante doce años no será fácil de rastrear e individualizar, sin embargo, los veracruzanos debemos reflexionar, porque este estado criminal lo hemos alimentado nosotros, con nuestra indiferencia y en muchos casos con nuestra complicidad. ¿Cuántos empleados de SEFIPLAN de nivel medio tuvieron el valor de denunciar? ¿Cuántos fiscales bajaron las manos después de una llamada? ¿Cuántos diputados de todos los partidos aprobaron brutales empréstitos? No nos engañemos, no es sólo el PRI, no sólo es Duarte, si las cosas deben cambiar nosotros debemos cambiar.

Alguna vez le pregunté a mi único amigo político, por qué nos gobernaban los imbéciles. Por qué gente terriblemente estúpida y sin mérito alguno era puesta en puestos estratégicos. Su respuesta, fue que en el modo en que se encuentra construida la forma de hacer política en México, una persona llega al poder y arrastra con el a todo su equipo, amigos y cómplices, todos aquellos que sin importar su ineptitud le puedan procurar lealtad. Su respuesta, fue sencilla pero reveladora, me hizo entender algo que es básico para los políticos, pero desconocido para muchos ciudadanos que nos ganamos la vida de forma honesta con el fruto de nuestro trabajo. Después de todo qué buen administrador se rodearía de imbéciles para hacer triunfar su negocio. Así, ignoro cuántos amigos, imbéciles y prostitutas alimentaron y formaron este estado criminal que terminó devorándonos a todos, y que hoy hemos conseguido derrotar por la vía del voto, pero si ha de existir un Veracruz 2.0 la justicia los tendrá que alcanzar.

Por lo que, los ciudadanos debemos pugnar porque el discurso de castigo a los principales responsables se extienda a mandos medios y bajos, y aquí podemos retomar la experiencia internacional: va a ser materialmente imposible juzgar a todos los responsables de una empresa criminal tan grande. Por lo que el gobierno de transición deberá implementar mecanismos paralelos, como los que se han implementado en Colombia, que le permitan ocupar sus recursos de forma eficiente. Tal vez mediante acuerdos de amnistía para que los funcionarios medios y bajos, que materialmente se encuentren involucrados en las investigaciones principales para que devuelvan su participación y declaren en contra de sus superiores, a cambio de una sanción menor y la evidente destitución de su cargo. Por nuestra parte, los ciudadanos, cuando llegue el momento y si verdaderamente queremos que se largue el PRI, deberemos participar y denunciar a aquellos que de la noche a la mañana se enriquecieron en estos dos sexenios, pues después de todo en Veracruz ¿quién no conoce a un new rich?