FMI: Reformas de Peña, sin efecto; falta de confianza en AMLO

El bloque de reformas estructurales del sexenio pasado no ha tenido el efecto esperado en el crecimiento, pero tampoco se tiene confianza en los programas a ejecutar en la presente administración, exhibieron en conferencia de prensa directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Hay incertidumbre sobre la fe de algunas de las reformas estructurales y eso evidentemente puede tener un impacto serio en la inversión y lo ha tenido”, respondió Gian Maria Milesi-Ferretti, director adjunto del Departamento de Investigación del organismo.

Durante la presentación de las Perspectivas Económicas Mundiales, se abundó en que la reciente baja de perspectiva en crecimiento para México, a 0.4 por ciento en 2019, tiene que ver con que pesa en el país una política monetaria estricta y la escalada en los costos de acceder a crédito, así como la lenta ejecución del gasto público.

“Además de las incertidumbre política, lo que importa es cuáles son los costos de pedir prestado, de tener créditos, y en el caso de México, las tasas de interés son tan elevadas que implican condiciones monetarias bastante estrictas”, resumió Gita Gopinath, directora Departamento de Investigación del organismo.

Milesi-Ferretti recalcó que la desaceleración en el país, además de los factores internos, se acompaña de la incertidumbre comercial con Estados Unidos. “Piensen en lo que sucedió con la migración”, destacó. Y más allá del beneficio que pueda obtener del enfrentamiento en China y Estados Unidos, el país padece la desaceleración de la manufactura a nivel mundial.

Desaceleración sincronizada

El crecimiento mundial lleva en este año una “desaceleración sincronizada”, declaró Gopinath. El crecimiento mundial se prevé en 3 por ciento, “el más débil desde la crisis financiera internacional”. En 2020 ve una “recuperación precaria” –y no en todos los países– cuando la previsión de crecimiento se cuenta en 3.4 por ciento.

Ello se debe a un “brusco deterioro” en la manufactura mundial por efecto del enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China. Las consecuencias de que se mantengan las medidas arancelarias entre ambas economías tendría 0.8 por ciento a la baja en la economía mundial. “Gran parte de las repercusiones negativas provienen de un efecto sobre la confianza”, recalcó la directiva.

Destacó que en buena medida el recorte de las tasas de interés por los bancos centrales estaría sirviendo como válvula para relajar las presiones en una economía mundial con lento crecimiento. Si no se hubiera relajado la política monetaria en diversas economías el crecimiento hubiera sido de 0.5 por ciento al estimado actualmente.

Jornada