Desaceleración pega a automotrices en Bolsa

Los rendimientos de las firmas automotrices internacionales, que cotizan en distintas bolsas de valores, mantienen desde el año pasado y lo que va del 2020 una tendencia negativa, debido principalmente a la desaceleración económica mundial, así como a un cambio en la industria en general, aseguraron analistas bursátiles.

El rendimiento de la emisoras del sector a nivel global viene en picada desde inicios del 2020. Ford Motor Company cayó 13.33% desde su cierre del 2019 al 10 de febrero del 2020, mientras que la alemana BMW bajo 12.76% y Volkswagen bajó 6.73% en el mismo periodo.

Desde el brote del coronavirus el 17 de enero a la fecha , Ford ha descendido en el precio de sus acciones de 12.01%, BMW de 10.93%, Nissan de 7.48% y General Motors de 3.79 por ciento.

Desaceleración pega a automotrices en Bolsa

Analistas agregaron que las empresas deberán hacer un cambio en sus modelos de negocio para revertir la caída en el precio de sus acciones y en sus ventas.

Y es que según un amplio estudio de Scotiabank, el año pasado sólo el mercado de Europa Occidental tuvo un desempeño positivo en su sector automotriz.

En Estados Unidos, por ejemplo, los consumidores compraron 17 millones de unidades el año pasado, cifra 1.4% menor que las ventas del 2018.

Y México fue el tercer país con la mayor caída en ventas automotrices en el 2019, con un retroceso de 7.7%, sólo por debajo de China y la India.

Amín Vera, director de Análisis Económico de Black Wallstreet Capital, explicó que aunque sí fue un 2019 “terrible” para las armadoras, el ciclo económico está en descenso, ya que empiezan a crecer a tasas cada vez más bajas, incluso Estados Unidos y China, las dos principales potencias económicas mundiales.

“En ambientes en los que la economía no está creciendo a tasas altas, los consumidores tienden a reducir el consumo de los bienes duraderos, cosas que implican una inversión importante. Actualmente, todo el mundo está en esa parte del ciclo y lo primero que se recorta es el gasto en automóviles”, detalló.

El experto comentó en entrevista que aunque la regulación gubernamental de emisiones de carbono puede ser un factor que impacte en el rendimiento de las armadoras, existen motivos adicionales que repercuten de distintas maneras.

“Este último año fue terrible para las armadoras en general, aunque hay que recordar que las acciones en Bolsa son prospectivas, por lo que este año han estado a la baja porque cada una ha tenido un conflicto, ya sea político, financiero o ambiental que tiene un efecto negativo en el precio de las acciones”, precisó el analista de Black Wallstreet Capital.

Con él coincidió José Luis de la Rosa, cofundador y director general de Quant Dynamics, quien dijo que en el 2019 el principal obstáculo al que se enfrentaron las armadoras a nivel mundial fue la incertidumbre generalizada que había en los mercados por la guerra comercial entre China y Estados Unidos, “la cual finalmente se resolvió”.

En entrevista, comentó que ese episodio que duró más de un año “redujo de manera importante el ritmo de inversión, sobre todo en el sector industrial,  incluyendo al automotriz”.

Otro aspecto que afectó la venta de automóviles fue la confianza del consumidor que bajó en Estados Unidos porque las personas se mostraron más precavidas para gastar.

De la Rosa dijo que hacia finales del año pasado, las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a México y China de poner aranceles al sector automotriz no se concretaron y eso “le dio un poco de aire a las armadoras”.

El especialista dijo que aunque el 2020 inició con buenas perspectivas para el sector automotriz mundial, esa situación no se ha visto reflejada en el rendimiento de las acciones de las distintas emisoras.

Se resolvió el tema del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y se firmó el acuerdo China-Estados Unidos fase 1, lo cual dio más certidumbre al mercado.

“Antes del brote del coronavirus, es decir, antes del 20 de enero de este año, las expectativas que teníamos para el 2020 eran de un crecimiento prometedor para el segmento automotriz, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo porque el sector está mejor posicionado que hace cinco años”.

Retos 2020

El director general de Quant Dynamics y también asesor independiente dijo que las armadoras se enfrentarán este año a una serie de retos.

Para empezar, explicó, deberán mejorar su estructura de costos. “Las automotrices están peleando por reducir costos, tratando de sustituir la mano de obra por procesos robotizados”.

Otro reto es satisfacer la demanda de los consumidores, quienes cada vez quieren mayor conectividad, “y no todas las armadoras están preparadas para ello”.

En cuanto a la caída de las acciones de las armadoras públicas este año, De la Rosa dijo que es especulación.

“El Brexit sí les pegará a europeas y estadounidenses. Las automotrices europeas reaccionan al contexto económico, político y social del continente”.

En el caso de las japonesas, como Honda, “están reaccionando al problema de Nissan con su exdirector general”.

Amín Vera comentó que se busca “colocar los autos que no están vendiendo en Occidente, entre la clase media china. Lo que en principio sí puede revertir la tendencia a la baja, el problema es que el mercado chino tiene características muy específicas y no siempre es tan inmediato sustituir el consumo local”.

Especificó que en China se tiene mayor competencia local y con mejores precios, y que la clase media china busca un coche con mejores características.

“Ésta es una pésima noticia para México, porque durante mucho tiempo su producto estrella fue la exportación de autopartes y ensamblado de automóviles, es un mercado que se está achicando, está creciendo a tasa más baja”, expresó.

Comentó que la acción de Nemak no encuentra piso y “seguirá desfondandose en la medida en que no encuentren un nuevo nicho de mercado”.

La emisora ya ha intentado mutar hacia una nueva forma de negocio, “están haciendo muchas cosas en ensamblaje de aluminio, pero si la industria automotriz en México no empieza a ponerse la pila al mismo ritmo que en Estados Unidos, eso puede ser un problema para la economía mexicana para el mediano plazo, de aquí a tres años”.

El Economista