Condiciones estructurales generan agresiones contra periodistas: Cadese

En el Día Internacional de la de la Libertad de Prensa (que se conmemoró este domingo 3 de mayo) México está posicionado como uno de los peores lugares en el mundo para ejercer la libertad de expresión; esto se debe a condiciones sistémicas que atentan contra la integridad y el trabajo de los comunicadores en todos los estados del país. Sólo en el último año se tiene la cuenta de 12 periodistas asesinados y con un nivel de impunidad mayor al 95% en la resolución de estos casos, cuyos esfuerzos no tienen un presupuesto claro, además de marcos legales que todavía criminalizan el trabajo periodístico.

“En el último año estaríamos contabilizando más de 24 personas defensoras de derechos humanos que han sido victimas de homicidios y al rededor de 12 periodistas que han sido victimas de este tipo de delito, estas son las mayores cantidades que se han registrado en el último lustro, lo que indica un aumento en las agresiones”, destacó en entrevista Armando Rodríguez Luna, director del proyecto de libertad de expresión del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).

Rodríguez Luna también compartió los resultados de los análisis que coordina desde el año 2018 a la fecha, en donde los hallazgos apuntan a las condiciones estructurales para el acceso a la libertad de expresión, “entendidas como las capacidades institucionales como el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, además de las facultades de la Fiscalía General de la República, en este ámbito en lo particular nos hemos dado cuenta que las debilidades más importantes que tiene el Mecanismo es que no tiene ningún respaldo político que le permita tomar un papel protagónico en la defensa de las garantías de las personas defensoras y periodistas, esta falta de respaldo político se refleja en el presupuesto. Son instituciones que las han mantenido siendo reactivas y no han desarrollado capacidades de prevención”, comentó.

En este sentido, apuntó a que no hay un presupuesto suficiente asignado a estos temas desde las secretarías de Hacienda, Gobernación y desde la Cámara de Diputados, “son tres actores importantes que tienen que participar para definir cuánto presupuesto necesita el Mecanismo para operar y mantener ese presupuesto en función de la eficiencia para operar medidas de protección”, puntualizó.

“En cuanto a la Fiscalía ha tenido avances interesantes al interior, ya que ha logrado generar una reorganización en la cual construyen células de investigación, para entender los casos de delitos cometidos en contra de los periodistas y estas células han logrado por un lado especializarse por tipos de agresión, lo que permite generar mejores análisis para las investigaciones judiciales y también lograr construir mejor los casos, ese es un avance que se ha detectado en los últimos dos años. Sin embargo la Fiscalía padece lo mismo que el Mecanismo, que se le garantice un presupuesto suficiente tanto para tener la infraestructura y los recursos humanos necesarios”, dijo en entrevista Armando Rodríguez.

Añadió que en 2019 se detectó a nivel estatal un deficiente acceso a la información pública y por parte de funcionarios públicos “estaba cada vez más restringida mientras que los organismos de transparencia tenían muchos problemas para poder informar a través de solicitudes de información porque la información no la tenían disponible las entidades responsables y sujetos obligados estatales, o bien porque no tienen capacidad de generar registros administrativos que generen esta información, es decir es un problema de gestión y de eficacia”, explicó.

El periodismo en tiempos de Covid-19

En el contexto de epidemia de Covid-19, el experto de Casede dijo que se ha observado un incremento en los problemas de acceso a la información, para llevar a cabo la cobertura periodística y la defensa de derechos.

“Ahorita lo que vemos con el tema del Covid-19 es que se centraliza demasiado la información desde el gobierno federal y no se permite un acceso tan fácil y fluido a través de diferentes perspectivas, hemos visto particularmente como hay ciertas tensiones con preguntas de periodistas tanto en conferencias vespertinas como en las ‘mañaneras’, porque justo hay una intensión de centralizar y controlar la información, aunque pareciera que es totalmente transparente, pero cuando se buscan más detalles y se busca contrastar la información que da el gobierno federal con otros expertos entonces lo que nos encontramos es que se busca imponer la versión oficial”, describió.

En dónde está México, comparado con el mundo

Según índices internacionales de Reporteros sin Fronteras (RSF) México se ubica como un país no libre para ejercer la libertad de prensa, con un lugar 140 de 180 países, las restricciones a la libertad de prensa principalmente se derivan de la violencia del Estado; como de la delincuencia organizada y de la concentración de poder político en medios de televisión y radio en el país, son algunos factores que constriñen esta libertad. También el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) analizó cuál es la eficacia en las investigaciones judiciales en los delitos de libertad de expresión, y observó que México está en los últimos lugares del mundo con niveles de impunidad en estos delitos que alcanzan el 99 por ciento.

“La violencia, la concentración de medios, la concentración del poder político más la impunidad son quizá los cuatro grandes factores que tienen a México en los últimos lugares de la libertad de expresión”, enumeró Armando Rodríguez, quien también dio a conocer que en Casede desarrollaron un índice estatal de libertad de expresión, un ejercicio único en el mundo, que mide la libertad de expresión de manera subestatal, “construimos un índice que determina las condiciones legales e institucionales ante las instituciones federativas para proteger la libertad de prensa y la defensa de derechos humanos, medimos también la pluralidad de medios en cada entidad federativa y también medimos las condiciones de seguridad”.

“En los estados del país hay una heterogeneidad muy diversa y amplia en el marco legal, no hay prácticamente instituciones desarrolladas y eso complica mucho el trabajo del Mecanismo federal, es decir no tiene ningún par a nivel estatal para llevar a cabo sus medidas, no hay capacidades técnicas o con conocimiento de derechos humanos. Incluso nos encontramos con que en todos los estados del país hay delitos que criminalizan el ejercicio de la libertad de prensa ya sean leyes contra el halconeo, leyes contra el honor a nivel penal o civil, lejos de que se genere un marco legal para proteger se tiene un marco legal que criminaliza”, concluyeron.

El papel de los medios de comunicación

Uno de los primeros pasos para cambiar esta realidad es que los medios de comunicación como empresas asuman su responsabilidad para mejorar esta situación, en un estudio focal con trabajadores de los medios CASEDE encontró que los medios en México carecen de códigos de ética, de protocolos de prevención de protección, además de que obstaculizan las capacitaciones de autoprotección y análisis de riesgo de los periodistas.

“Los medios de comunicación podrían tener un papel mucho más relevante, generar análisis de prevención para que periodistas tengan mejores condiciones para llevar a cabo coberturas de campos. También como empresas deberían tener una mayor responsabilidad para mejorar las condiciones laborales son muy precarias las condiciones laborales de los periodistas en México, carecen de contratos, prestaciones, no les dan otras herramientas y eso les hace sumamente vulnerables a los riesgos y a la corrupción”, comentó.

Las repercusiones de la libertad de expresión

En la medida en que los periodistas lleven a cabo una actividad de cobertura de campo, de construcción de líneas editoriales, poner información a disposición de la opinión pública basada en los más altos estándares de código de ética periodística, de prevención y protección, podríamos aspirar a tener como sociedad mucho mejor información y tendríamos también mejores condiciones para tomar decisiones reflexionó Armando Rodríguez, también consultor de Freedom House y maestro en Relaciones Internacionales.

“El periodismo tanto de los individuos, como de los medios de comunicación, (necesitamos) que se vuelvan mucho más fuertes, a partir de una capacitación integral de quienes forman parte de esta actividad periodística, (y así) poder constituirse como un verdadero contrapoder, como una verdadera oposición, (y abonar) particularmente a la construcción de la opinión pública”, finalizó.

Datos del Inegi

  • En México hay 44,364 personas ocupadas como periodistas o en la locución, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
  • El 69.3%, tienen una jornada semanal de trabajo de 35 horas o más. La restante proporción, 30.7%, es para quienes laboran menos de 35 horas.
  • El 79.4%, están agrupadas en el rubro de trabajadores subordinados y remunerados, mientras que 20.6% trabajan por cuenta propia o son empleadores, trabajadores sin pago y otros.
  • Por cada 100 personas ocupadas en periodismo y locución, 77 tienen nivel de escolaridad superior (licenciatura y maestría), y 23 tienen educación media superior o básica.

Día Internacional de la Libertad de Prensa

La conmemoración se proclamó en 1993 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en respuesta al llamado de los periodistas africanos que en 1991 elaboraron la histórica Declaración de “Windhoek” sobre el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación para reconocer la importancia de preservar los derechos individuales, de opinión y expresión; así como de una prensa libre, pluralista e independiente, componente esencial de una sociedad democrática.

El Economista