Miguel Polanco
Antes de iniciar, aclaro que el siguiente texto no es “fifí”, pues está redactado con base en los datos proporcionados por el Presidente Andrés Manuel López Obrador este sábado, en su “mensaje a la nación”.
Y es que el ídolo de Macuspana se aventó un video sabatino profundamente revelador.
Presumió cifras asistencialistas, celebró a los mexicanos en Estados Unidos. Maquilló hasta donde pudo el mensaje real… el de la crisis que viene.
El otrora “mesías” con la cabeza color sabiduría, ha renegado infinidad de ocasiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el sábado hasta se tuvo que ver en la necesidad de citarlo para justificar el inminente levantamiento de la cuarentena, cuyo proceso se dará a conocer el próximo miércoles 13 de mayo.
De entrada, mencionó el crecimiento que estima este órgano para China (1.2%): único país que podría presentar números negros posterior a esta pandemia (curioso ¿no? Pero ese es tema para otra entrega).
Después, comparó -increíblemente- el decrecimiento de EUA (-5.9%) con el que tendrá México (similar al “Crack” de 1929). En este punto, destacó el envío de remesas del país norteamericano al nuestro, mencionando que este ingreso es justamente el más fuerte que tiene el país actualmente (superior a los 4 mil millones de dólares).
De inmediato celebró que a pesar de la pandemia (que según él, no es la razón de la recesión, sino la “caída del modelo neoliberal”) México no ha pedido un solo préstamo al FMI… precisamente -también según él- gracias a que el envío de remesas ha repuntado, así como la recaudación hacendaria a la cual se sumarán 3 mil 600 millones de pesos por concepto de impuestos a tecnologías (entiéndase Netflix y todo ese tema).
Luego, lamentó las muertes y felicitó a los médicos (después de que en su “mañanera” los señalara como “corruptos neoliberales”, por cobrar cantidades estratosféricas a los pacientes, en pasados sexenios).
Pero eso sí: de ninguna manera habló de destinar recursos al lastimado sistema de salud.
En pocas palabras: este sábado, López admitió que se le salió de control la situación; que se le hizo bolas el engrudo de salud y económico . O al menos lo hizo evidente.
El golpe que le propinó el New York Times sobre el ocultamiento de cifras de muertes por Covid, el aumento de violencia doméstica y feminicidios en el último bimestre y el endurecimiento de la recesión que traíamos encima antes del virus; esto y tantos otros factores más, lo obligaron a replantear su estrategia.
Tuvo que cacarear los apoyos en tiempos pandémicos y de nuevo “reconocer” a la sociedad “por su ejemplar comportamiento” ante las indicaciones de la Jornada Nacional de Salud.
Todo ello, para justificar el levantamiento de una cuarentena que, con números altos o bajos, tenía la intención de prolongarse para generar mayor necesidad asistencialista del Gobierno… hasta que le ventilaron las “cifras neoliberales”, tanto de víctimas del Covid, como de la expectativa de crecimiento para México que prevé precisamente el FMI: nada más y nada menos que de -6.6 por ciento; una de las más graves de América Latina.
Este sábado, por más que quiso disfrazarla con su verborrea y pausalidad consabidas, López quedó desnudo y no pudo ocultar el anuncio real; el de la verdadera crisis que apenas viene, la que es resultado de la parálisis económica producto de la cuarentena.
Ajústense sus bolsillos. Viene lo bueno…
