¿Asalto a la democracia?

Abel Domínguez Camacho

El 01 de julio de 2018 ¿debe considerarse como un triunfo de la democracia o cómo un asalto a la democracia?

Debo aclarar que no estoy en contra del gobierno actual, la 4T no sé qué sea, más bien soy un ciudadano mexicano preocupado por lo que todos estamos observando, desde luego que, todo es según el color del cristal con que se mire.

Seguramente que se puede abrir un foro para que los expertos dialoguen sobre el  concepto de democracia, para los fines de esta entrega, suscribo el texto de Touraine, en el portal de la UNESCO “Hoy en día es más frecuente definir la democracia en función de aquello de lo cual libera la arbitrariedad, el culto de la personalidad o el reinado de la nomenklatura, que teniendo en cuenta lo que construye o las fuerzas sociales en las que se apoya”. (Alain Touraine, https://es.unesco.org/courier/novembre-1992/que-es-democracia);

El gobierno que hoy encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tiene el gran mérito de sacar al PRI de los Pinos y de contar con una votación histórica; el demerito que enfrenta el actual gobierno, tiene que ver con lo que le dio legitimidad, más que las copiosa votación a favor, esto es, el combate a la corrupción y la impunidad, su estandarte de campaña. Hoy le ha costado trabajo lidiar con estos dos fenómeno y las cifras oficiales contrastan con sus datos, como respuesta, el presidente culpa a los gobiernos neoliberales anteriores y a la mafia del poder, sin que la sociedad conozca una estrategia que vaya más allá de los besos y abrazos.

Desde campaña y previo a las votaciones, el actual presidente, convocó a votar por el “carro completo”, logrado esto, en el Congreso de la Unión el “carro completo” arrasa con el mayoriteo, sin análisis previo…el librito anterior con un forro de otro color; el legislador Porfirio Muñoz Ledo ha levantado la voz evidenciando la “arbitrariedad” de los congresistas de su propio partido y, el presidente finge desconocer lo que está pasando en la bancada de su partido, argumentando lo que por definición es sabido.

La sociedad mexicana vive una polarización como nunca se había observado, al menos a mis ojos, si bien es cierto que en un sistema de partidos y de contrapesos sociales organizados y no, hay diferencias, hay oposición y diversidad de pensamiento, pues se vive en una sociedad plural, desde mi punto de vista, la polarización tiene su origen en la figura del presidente; el desprecio a los medios y periodistas, la forma en que desestima y descalifica a los universitarios, científicos, empresarios, mujeres agraviadas, las instituciones autónomas, su construcción de adversarios…descalificaciones todas ellas sin presentar evidencias, el dicho del presidente es palabra de Dios; muchos mexicanos aspiraban a que el ejecutivo diera un golpe de timón y, contrario a ello, se ha intensificado el “culto a la personalidad” y el privilegio a la “nomenklatura”.

En sus últimas intervenciones públicas, en menos de una semana y ante la desesperación-digo yo-por la baja aprobación observada en las encuestas, la democracia mexicana se vio zarandeada, el presidente sentenció “o están con el proyecto de transformación o están en contra”, una postura dogmática y polarizante; en un México de sistema de partidos, del cual se ha beneficiado siempre AMLO, mismo que lo llevó a la presidencia de la república, primero ha propuesto una importante reducción en el financiamiento de los partidos políticos, lo que se calificó como una clara intención de asfixiar su participación y, por último, la sentencia “hay instituciones que no se tocan, el Presidente, el Ejército y la Virgen de Guadalupe.

¿A quién se dirigía el “luchador social” Andrés Manuel durante tantos años que fue oposición, nunca tocó a la institución presidencial?; ciertamente, el ejército siempre ha sido una institución respetable y ni duda cabe, que la sociedad le siga guardando ese aprecio y respeto, de tal manera que la sentencia del presidente está de sobra o, en su defecto, sea un mensaje cifrado ahora que el ejército “está en las calles” y, finalmente, seguramente que los más de 84 millones de católicos guadalupanos se sentirán agraviados y no muy contentos, por la desafortunada sentencia que lo pone al nivel de la Virgen de Guadalupe.

Así las cosas, frente a un gobierno unipersonal que encaja con la definición en negativo de democracia que nos obsequia Alain Touraine, pienso que la sociedad polarizada por él, y en aras de la pluralidad que la caracteriza, mucho tiene que aportar al ejercicio democrático, ojalá y que se den las condiciones.

Entonces el 01 de julio de 2018 ¿debe considerarse como un triunfo de la democracia o cómo un asalto a la democracia? Usted juzgue.

Cierro esta entrega con la siguiente reflexión del autor de referencia “[…] la democracia no es ni únicamente participativa ni exclusivamente liberal. Es ante todo arbitral, lo que supone el reconocimiento de un conflicto central entre orientaciones tan antagónicas como la inversión y la participación, o incluso entre la comunicación y la subjetividad”.