Durante el primer semestre del 2020, el balance financiero del sector público registró un déficit de 293,250.8 millones de pesos, lo que significó un aumento anual de 137.2%, en términos reales; además, es el déficit más alto que se haya registrado desde el 2015 para un periodo similar. En ese año sumó 428,774.8 millones de pesos y la deuda del país se elevó de manera significativa como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indicó que el déficit del primer semestre se compara positivamente con los 311,003.8 millones de pesos que se tenían proyectados en un inicio, es decir, una diferencia de 17,753 millones de pesos, de acuerdo con su último reporte de finanzas y deuda pública.
“El gobierno está tratando de mantener sus gastos, pero con menores ingresos, entonces esto está generando un mayor desbalance financiero, lo que contribuye a que veamos una mayor deuda que también se está viendo impactada por la volatilidad en el tipo de cambio”, expuso Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+.
De acuerdo con los últimos datos de Hacienda, al cierre del primer semestre del año, los ingresos presupuestarios del sector público registraron una caída anual de 3.7%; mientras que el gasto público reportó un crecimiento anual de 2.1 por ciento.
En tanto, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público —la medida más amplia de la deuda— se ubicó en 12.07 billones de pesos, un crecimiento anual de 10.9 por ciento.
Para Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, pese a dicho panorama y bajo un contexto en el que la pandemia del coronavirus golpeó a la economía mexicana, el hecho de que se registrara un déficit menor a lo programado habla de un manejo prudente de las finanzas públicas.
“Sin duda alguna ha sido un manejo prudente, contrario a lo que han hecho otros países que se han endeudado de más. Así como han disminuido los ingresos, también hemos visto una moderación del gasto público, en particular del gasto programable como en los ramos autónomos y en los administrativos” .
Mitigan caída en ingresos
Los especialistas coincidieron en que los fondos de estabilización, los recursos que se han obtenido de la extinción de algunos fideicomisos y algunas medidas de austeridad podrían ayudar a mitigar la caída en los ingresos presupuestarios del sector público. Al cierre de junio, los fondos de estabilización sumaron 267,535 millones de pesos.
“Sí van a echar mano de estos fondos de estabilización, los cuales han aumentado en este año. Además, esperamos que también mejoren los ingresos petroleros, donde si bien no se han alcanzado los niveles programados, sí empiezan a mejorar”, expuso Quiroz.
De acuerdo con datos de la SHCP al cierre del primer semestre, el balance primario del sector público tuvo un superávit de 61,195.7 millones de pesos, el cual fue menor a lo que se registró en el mismo periodo del 2019 de 227,229.4 millones de pesos.
Para el cierre del año, la SHCP cambió su expectativa del balance primario de un superávit de 0.7% del PIB a un déficit de 0.6% del PIB, “resultado de las medidas para enfrentar la emergencia en materia económica y de salud por la pandemia de Covid-19”.
