De las ‘estampitas’ de AMLO al ‘cloro’ de Trump: así han minimizado mandatarios del mundo al COVID-19

La pandemia de coronavirus (COVID-19) tomó por sorpresa al mundo, incluidos los mandatarios que tuvieron que tomar medidas para que sus países afrontaran la crisis sanitaria causada por la propagación de este virus. Sin embargo, la respuesta de algunos no ha estado exenta de polémica al desestimar, sobre todo al principio de la pandemia, la peligrosidad del virus. Aquí te presentamos algunas de las declaraciones qué más han dado de qué hablar de los líderes del mundo en relación con el COVID-19.

El 18 de marzo, cuando recién empezaba la epidemia en México, el presidente aseguró que los mexicanos no debíamos temer la propagación del virus porque tenemos un escudo protector.

“Vamos a estar más tranquilos porque ya vamos a tener hecho todo lo que se va a aplicar en caso del agravamiento de la crisis; pero el escudo protector es como el detente, saben lo que es el detente, ¿verdad? El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción. Miren, este es el detente. Esto me lo da la gente. Miren, aquí hay otro detente ‘Detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo’. Son mis guardaespaldas”, dijo al tiempo que mostraba estampita del Sagrado Corazón de Jesús.

El presidente de Estados Unidos, planteó el 24 de abril la idea de ingerir desinfectantes para tratar el coronavirus.

Trump comentó que los investigadores estudiaban los efectos de los desinfectantes sobre el virus y se preguntó si podrían aplicarse a las personas. El virus “afecta terriblemente los pulmones, así que sería interesante verificarlo”.

El mandatario expresó asimismo su entusiasmo por medicamentos o métodos para combatir el COVID-19 que aún no están comprobados científicamente: desde la hidroxicloroquina, un fármaco utilizado en el tratamiento de la malaria, ¡hasta los rayos del sol!

El presidente de Brasil afirmó el 24 de marzo que la preocupación por el coronavirus es exagerada, y acusó a los medios de comunicación brasileños de tratar de avivar una histeria en el país.

En un discurso televisado a nivel nacional, el mandatario señaló entonces que los medios se habían aprovechado de la cifra de muertos por coronavirus en Italia.

Antes, se había referido al COVID-19 como una “fantasía” y como “pequeña gripe”.

El 3 de marzo, en una conferencia de prensa, el primer ministro fanfarroneaba con que había “estrechado la mano a todo el mundo” al visitar un hospital donde había enfermos de COVID-19.

La forma de afrontar la crisis por su gobierno difería de las medidas radicales adoptadas por otros países de Europa. Johnson se conformaba con repetir su recomendación de lavarse bien las manos “el tiempo que se tarda en cantar ‘cumpleaños feliz’ dos veces”.

Sin embargo, el ministro de 55 años fue hospitalizado a causa del virus el 4 de abril.

El Financiero