Chihuahua: fierros en la lumbre

Héctor Aguilar Camín

Convendría desescalar el conflicto por el agua que sacude a Chihuahua. Hay demasiados fierros puestos en esa lumbre.

En primer lugar, el litigio por un recurso vital que suele poner los ánimos al rojo vivo en las comunidades.

Díganlo si no los miembros de la Guardia Nacional que fueron retirados por los agricultores del resguardo de la presa y despedidos humillantemente de la localidad.

Un desenlace amargo de ese episodio fue el homicidio de una mujer y las lesiones graves por arma de fuego recibidas por su marido, hechos de los que se responsabiliza a miembros de la propia Guardia Nacional.

Según el gobernador Corral, el gobierno federal ha tomado la decisión de retirarse de la mesa de seguridad coordinada entre la Federación y el estado para contener este conflicto. Difícil pensar un peor momento para suspender la coordinación entre ambos gobiernos en esa materia: el manejo de la fuerza.

El conflicto de La Boquilla se da además en el cauce de un forcejeo ya largo, entre el actual gobierno federal y algunos de los gobernadores claves del país, que han dado un paso afuera de la Conago, representación institucional de los gobernadores.

En ese cauce de tensiones dentro del pacto federal hemos oído hablar a algunos gobernadores de la posibilidad de salirse también del pacto federal vigente, por inequidad fiscal.

Las diferencias locales con el gobierno federal por el manejo de la pandemia apenas pueden ocultarse, lo mismo que el crecimiento de la temperatura electoral en los estados. Antes hubo también la queja, que ahora pone en la mesa el gobernador Corral, de la mala coordinación, si no es que el abandono, de la Federación, ante las crisis de violencia y seguridad en estados como Guanajuato.

El forcejeo por el agua de La Boquilla toca también los intereses agrícolas de estados fundamentales, vecinos de Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, y está en el centro de obligaciones legales de suministro de agua adquiridas con Estados Unidos.

La diversidad de actores, la fuerza de los intereses enfrentados, la discordia acumulada en el pacto federal, indicarían que el conflicto debe ser negociado y resuelto cuanto antes. Su potencialidad explosiva es de pronóstico reservado.

hector.aguilarcamin@milenio.com

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