Los retos de Samuel García en seguridad: cárteles poderosos y pandillas independientes

Cuando entre en funciones en octubre próximo, el gobernador electo Samuel García Sepúlveda enfrentará un escenario complejo en materia de seguridad pública, pues cárteles que se disputan la plaza y emergentes células independientes buscan acaparar en la entidad el mercado de las drogas sintéticas.

En Nuevo León el principal grupo distribuidor de droga es el Cártel del Noreste (CDN), que mantiene una pugna directa en los municipios del norte de la entidad, en la frontera con Tamaulipas, con el Cártel del Golfo (CDG), señala un reporte elaborado por la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), del que Proceso tiene una copia.

De manera prácticamente aislada, trabaja en el municipio de San Pedro una célula del Cártel de los Beltrán Leyva, denominada Los Gatos. Y seis pandillas grandes distribuyen drogas, principalmente sintéticas, en la zona metropolitana de Monterrey. Se las hacen llegar los cárteles de Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, dice el reporte.

De acuerdo con este documento, el CDN es el que más homicidios comete en la entidad. Se trata de un grupo que se desprendió de Los Zetas tras la muerte de Heriberto Lazcano, en 2012. No tiene zonas de influencia definidas, aunque controla el norte de Nuevo León, particularmente los municipios de Sabinas Hidalgo, Anáhuac, Lampazos, General Treviño y Agualeguas, entre otros.

En esta región de Nuevo León, el CDN mantiene una lucha encarnizada con el Cártel del Golfo, que a su vez tiene influencia en los municipios tamaulipecos que colindan con Nuevo León y con el río Bravo –de Reynosa a Nuevo Laredo–, así como en los municipios nuevoleoneses de China y Bravo.

De acuerdo con el reporte del AEI, las disputas en esa zona norte de Nuevo León entre los dos grupos son meramente territoriales, para demostrar poder, pues por ella no se trafica combustible ni indocumentados.

En meses recientes han comenzado a operar en Nuevo León grupos de narcotraficantes independientes, algunos de los cuales distribuyen metanfetaminas. Venden también cristal y la denominada piedra, derivada de la cocaína.

Estas células independientes controlan la venta de droga en la zona metropolitana de Monterrey, principalmente en los extremos norte y sur, señala el análisis.

Precisa: en el sur, en las colonias Independencia y Sierra Ventana, los Sinalocos; en el oriente, en los municipios Juárez y Guadalupe, una pandilla controlada por un interno del penal de Apodaca; al poniente, en Santa Catarina y García, los Bilis.

Abundan en la entidad aprehensiones de personas que venden cristal, la droga más barata, de más fácil acceso y altamente adictiva. Muchos consumidores incurren en robos y asaltos para obtener recursos que les permitan adquirirla, señala el reporte.

El documento dice que en febrero del año pasado, en la colonia Moderna, al oriente de Monterrey, cuatro personas fueron halladas muertas en una casa. Al principio los investigadores supusieron que fueron ejecutadas, pero luego descubrieron que perecieron por consumir fentanilo.

El informe sostiene que, pese a la presencia de los cárteles, la policía mantiene el control territorial en la entidad. No ha sido siempre así. Pues en torno al año 2010 agrupaciones criminales se apoderaron de las instituciones de seguridad pública.

De acuerdo con el informe, desde que la AEI fue creada en marzo de 2018 y hasta la fecha, en la entidad se han registrado unos 800 arrestos por homicidios dolosos. De ese total, las cifras de personas detenidas que dijeron pertenecer a cárteles son las siguientes: CDN, 228; CDG, 24; Zetas Vieja Escuela, 21; Beltrán Leyva, 16; Sinaloa, cuatro; Sinalocos, tres.

Aunque otros detenidos no refieren a qué organización criminal pertenecen, la Fiscalía estatal relaciona sus acciones con delincuencia organizada.

De acuerdo con la Fiscalía General de Nuevo León, de enero de 2018 a abril de 2021 se han registrado 3 mil 19 homicidios dolosos en la entidad.

Proceso