México está enfermo y envejecido gracias a un “minidictador” frustrado La Consulta Popular, un desastre

Claudia Guerrero Martínez

En un documental producido por asociaciones civiles defensoras de los derechos humanos, expertos académicos y universidades de los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y otros países, todos coordinan el “Manual de tácticas de los tiranos más violentos de la historia”, quienes usaron estas técnicas para tener un poder inimaginable, como Adolfo Hitler, en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial y era artista fracasado, quien daba la mano y siempre estaba sudada por su inseguridad. Idi Amin, expresidente de Uganda, quien asesinó a grupos étnicos, líderes religiosos, periodistas, artistas, burócratas de alto rango, jueces, abogados, estudiantes e intelectuales, así como a presuntos delincuentes y extranjeros. Kim Jong Un, actual dictador en Corea del Norte. Muamar Gadafi en Siria, quien disfrutaba asesinar a sus opositores; Sadam Husein, en Irak, quien asesinó a miles de kurdos; Vladimir Putin imponiendo dictadura en Rusia por 13 años en el poder y hasta el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, quien es considerado uno de los peores mandatarios en el vecino país.

Este documento académico, lo vamos a aplicar al gobierno del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, el mismo, quien durante 18 años como candidato opositor, su búsqueda era “Conquistar el poder” y con base a engaños, lo logra. Y desde su arranque, aplicó la estrategia de “Acabar con sus rivales”, varios de ellos murieron de forma trágica e inexplicable, como el accidente de helicóptero, falleciendo el Senador Rafael Moreno Valle y su esposa, la gobernadora de Puebla Martha Érika Alonso. En marzo del 2020, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, informó el resultado de la investigación: “Uno de los actuadores del helicóptero, el motor hidráulico que da fuerza a las hélices para que giren, dirijan y mantengan el balance en el aire, tenía dos tornillos sueltos”, una respuesta poco creíble, pues el helicóptero tenía todos sus servicios en regla. El 23 de julio del mismo año, Javier Jiménez Espriú envía una carta a los medios de comunicación expresando diferencias con López Obrador, entre ellas, entregar las aduanas a la Secretaría de Marina.

Otra de las estrategias en el Manual del buen “Tirano” es “Gobernar mediante el miedo”, como lo impone López Obrador, con los arteros asesinatos de políticos y activistas, evitando coludir a su gobierno con estas masacres y López Obrador ha sido eficaz en imponer un sistema de miedo en sólidas instituciones como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, INE, Tribunal Electoral Federal, el Congreso Federal y hasta el Senado de la República.

“Controlar la Verdad” es su interés primordial, utilizando una estrategia, lanzando distractores, notas falsas, desvirtuar la verdad publicada en medios de comunicación con credibilidad y desprestigiar al mensajero, usando los recursos públicos.

López Obrador aplica el sistema de “Crear una sociedad nueva”, en la que con base a pagos de programas sociales, funda un ejército de votantes a favor de MORENA, quienes serán los defensores del presidente y de su gabinete, con tal de no perder sus canonjías.

Y en este plan de apoderarse del país y controlar todo, hay una pequeña trampa, en la que a los mexicanos nos gusta ser gobernados y cuando hay tiempos difíciles, hay cierta atracción por alguien que nos ayude a salir adelante y nos solucionen nuestros problemas.

López Obrador cree ser un hombre perfecto, honesto y tiene un enorme resentimiento con la vida, con sus presuntos adversarios y enemigos políticos, que sólo se crean en una cabeza llena de traumas, conflictos existenciales y una confianza megalómana, al sentirse liberador de gobiernos anteriores y su misión es salvar a México, cuando en realidad, es vengativo y mentiroso. Un ejemplo claro, fue Sadam Husein quien se autoproclamó como enviado de Dios.

Se asegura, bajo relatos bibliográficos del actual presidente, que hasta el nombre fue cambiado de Manuel Andrés, a Andrés Manuel, para que no le dijeran “MALO”, sino “AMLO”, como marca emblemática y quienes lo conocen describen que López Obrador es muy narcisista, cayendo en acciones de un dictador.

Además, “Crear seguidores con un discurso conmovedor”, en claras expresiones para tener empatía y su preocupación por los más pobres, los desamparados, los más jóvenes, cuando omite los derechos de las mujeres, no le interesa el aumento de los feminicidios, secuestros, ni la situación de la pandemia, como arma propagandística para enaltecer a López Obrador.

“Los enemigos, son tus enemigos y tú los derrotarás”, aplicando al presidente y a MORENA, quienes polarizan al país, con sus frases de “Chairos y Fifís”, criticando a los empresarios, a la clase media y son los que en verdad mueven a México, al crear fuentes de trabajo y pagan sus impuestos. Y no están de acuerdo con las acciones y decisiones de Andrés Manuel López Obrador, llamándolo populista y engañar a un país con muchos ignorantes y analfabetas disfuncionales.

Palabras como “Imperialismo”, “neoliberal”, “clase media” o “los ricos”, es odiar a la clase privilegiada, provienen de la imperiosa frustración de López Obrador y siempre culpar a otros. Años de ira y de complejos, definen a este minidictador en México.

Y cuando es evidenciado en sus negocios personales, en la entrega de sobornos y apoyos secretos, López Obrador pretende convencer  a los mexicanos que los ricos conspiran; que AMLO dice lo que “muchos” pensaban en secreto; asegurar la existencia de amenazas que provienen del exterior y crear una imagen de ser uno de ellos, como lo hizo Benito Mussolini, mostrando afinidad con la gente, al expresar “Soy como tú, tú como yo, somos un organismo colectivo” y expresar que las cosas se hacen a nombre del pueblo, mostrándose sin lujos, simulando un presunta austeridad.

El presidente de México es un estupendo publicista de su imagen y conoce el poder de ésta. Promueve la iconografía, su caricatura, el logo de MORENA y pintar todo de color guinda. A sus militantes y simpatizantes los obliga al deber, obediencia y lealtad, sometiendo a cuerpos militares como al Ejército y Marina de México, a quienes los ha convertido en albañiles, constructores, jardineros, persecutores de migrantes y atender las aduanas de todo el país, para evitar un golpe de estado, brindándoles oportunidades para que los jefes militares se hagan millonarios, ya que estas obras no son fiscalizables.

Y mientras muestras unidad y no obediencia, es sometimiento. Por eso los discursos poderosos, “El estado soy yo”, como ahora pretende ostentarse Andrés Manuel López Obrador, cuando  nadie puede imponerse solo y siempre se necesita a la Policía, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina, construyendo un  equipo leal para conservar el poder, conformado por colaboradores que puedan dar vida a tu visión, así como un organizador experto para ayudar a expandir tu movimiento eficientemente, compuesto de militares despiadados para hacer cumplir tus caprichos a la fuerza. Un asistente de confianza para llevar tu agenda, registrar y transmitir “tus perlas de sabiduría”, pues piensas trascender a la posteridad. Así como héroes condecorados para impresionar a las élites adineradas, para vender la idea de que la Revolución, el cambio, la 4ª Transformación no son baratas. Y siempre estar pendiente de nuevos talentos.

Mientras tu movimiento crece, como es MORENA, algunos van a desafiar tu autoridad. Por eso, ser bueno tener personas leales y que te adoran, como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Manuel Bartlett, así como Jesús Ramírez Cuevas quien controla medios de comunicación agachados, obedientes y mercenarios, como el medio de comunicación La Jornada. E imponer en bots y cuentas falsas, como seguidores que consideren a López Obrador como su prioridad.

Un ejemplo claro fue Joseph Goebbels, encargado de la comunicación y propaganda de Adolfo Hitler y cuando se anunció la muerte del llamado Tercer Reich, Goebbels se envenenó junto con su esposa y sus seis hijos, pues nunca imaginó la vida sin Hitler. En el caso de López Obrador, se contabilizan más de 30 funcionarios que han renunciado a su Gabinete, con la misma justificación: El presidente no escucha consejos e impone sus decisiones, aun cuando en ellas va de por medio el futuro de México. Por eso, prefieren desertar.

Antes, Andrés Manuel tenía paciencia y esperaba cuándo atacar, siendo crítico y asegurar ser la persona idónea para acabar con los problemas que aquejan a México. Hoy, sus desatinos han llevado al país a la quiebra. Pide dinero al Banco Mundial, la construcción de obras faraónicas que en 10 años serán obsoletas, como la refinería en Dos Bocas, en Tabasco y regalar dinero a personas que pertenecen al voto duro de MORENA.

Expertos en estudios sobre temas sociales y de depresión económica, afirman que en varias de éstas, como la de Estados Unidos en los años 30´s, el nazismo en Alemania tuvo su auge. Y observar que en terribles sucesos, curiosamente MORENA escaló popularidad, en hechos como terremotos en la Ciudad de México, matanzas como los 43 normalistas, entre otras. Y no debemos omitir, que la historia describe hechos vergonzosos en asesinatos, incendios, crímenes pavorosos, perpetrados por el propio gobierno, para infundir miedo y con el fin de distraer a los ciudadanos, de otros problemas.  Y culpan ante la opinión pública, a anteriores gobiernos o políticos de oposición, de pretender sabotear su gobierno, con el fin de emprender campañas de lodo y de afectación a su imagen.

Increíble, que López Obrador se está deshaciendo de su primer grupo de aliados y funcionarios de Gabinete, quienes eran gente cercana y los amenaza que no digan nada de su administración, pues de lo contrario, habrá represalias y hasta pueden morir en accidentes. Y los tilda de ser cómplices de sus adversarios o conspiradores. Y muestra ante la opinión pública, lo que pasa cuando traicionas a tu líder, como el caso de Irma Eréndira Sandoval.

La táctica de ser omnipotente. Tener una policía secreta y despiadada. La forma eficiente de permanecer en el poder es permitir la corrupción entre tus leales y hacerlos ganar sobornos y oportunidades de ser corruptos, demostrándose en investigaciones periodísticas, como ocurre en el Gobierno Federal y también, en administraciones estatales como en Veracruz, con Cuitláhuac García Jiménez.

Y de dónde viene el dinero: Imponer la cleptocracia, que significa robar los recursos de toda tu nación. Paso uno: Nacionalizas o tu gobierno se basa en el petróleo, gas, oro, entre otros y debe ser controlado por el estado. Paso 2: Pones a tu gente a cargo y nunca hacer nada, hasta no asegurarte que todos sí son sobornados. Paso 3: Controlar todo el comercio, como elevar los precios y retener productos para que haya demanda, así como aplicar impuestos exorbitantes. No sólo robar para ti, sino darles patrocinios a altos funcionarios y entregar programas sociales de MORENA.

En MORENA y el Gobierno de López Obrador dominan la manipulación psicológica y son narcisistas patológicos por excelencia, humillan a sus subordinados, para que sepan quién manda. Son muy inseguros y cualquier crítica es letal para ellos, buscando venganza. Un gobierno y partido que busca dominar a los mexicanos, en una futura dictadura.

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