“No voy a hacerme la prueba porque si salgo positivo, me internan, y del hospital uno no sale vivo”. De cuando todavía se cree o se quiere creer que el virus no existe. Esa historia que parece de marzo o abril del 2020 es una historia presente, a más de año y medio del primer caso de Covid-19 reportado en el país. En Valle de Bravo, en el Estado de México, el aumento de contagios durante las últimas semanas se ha visto incrementado como parte de la tercer hola en el territorio nacional. Familias enteras, de aquellas que cohabitan con la suegra, los nietos, y hasta una tía en una misma casa, que no suelen usar cubre bocas y que tampoco se han vacunado, comienzan con los síntomas y se reportan con gripa en el trabajo. Pero se rehúsan a hacerse la prueba, mucho menos a tomar medicamento, mucho menos a encerrarse para no contagiar a los demás. Unos sobreviven con secuelas, otros se curan y otros mueren. Todo esto ya lo sabemos. Todo esto no es novedad. Si el Presidente no usa cubre bocas, ¿yo por qué? Pero lo de asegurar que te matan en el hospital, he ahí donde no están tan erradas estas familias. He ahí donde tienen datos y casos cercanos. El año anterior, publicamos en este espacio (octubre 16, 2020) que 8.7 de cada 10 pacientes que eran intubados en hospitales del Seguro Social morían, cuando la cifra a nivel internacional rondaba en un promedio mucho más bajo (entre el 35 y 24%) es decir 3.5 a 2.4 pacientes muertos por cada diez intubados. De los hospitales públicos, el ISSSTE también reportaba una alta letalidad en intubados. Mientras que los privados reportaban una mucho menor. El problema no era el virus sino los hospitales del Seguro Social o del ISSSTE, el manejo de los ventiladores o la comorbilidad de los pacientes. Una de las razones por las que México se encuentra entre los primeros países con mayor número de muertes por Covid-19 es precisamente la mortalidad en pacientes intubados. En este mismo diario, llevamos la nota a primera plana. No pasó nada. Como en tantas otras cosas. ¿Qué vamos a hacer cuando vengan los rebrotes?, nos preguntábamos en aquella columna.
Desde ese entonces y a un nuevo corte de este reporte hecho tras los datos obtenidos nuevamente desde Transparencia, la nota es que la letalidad de intubados por Covid-19 fue en aumentó. ¿Le sorprende?
Si vemos datos aislados de la Dirección General de Epidemiología, sí, durante la tercera ola hay menos pacientes hospitalizados y menos intubados. Del 27 de febrero de 2020 al 9 de agosto de este año, 65 mil 387 personas han requerido ser intubadas para superar la enfermedad. De estas, 47 mil 596 durante el primer año de pandemia (febrero-diciembre de 2020), y el resto, 17 mil 791 enfermos durante los meses que han transcurrido del año 2021.
Pero si observamos los hospitales donde el problema de muertes iba más allá que el virus en sí, resumimos que ese 87% de personas intubadas fallecidas en el IMSS durante 2020, se convirtió en 97% en este 2021. La letalidad se incrementó en un diez por ciento de un año a otro.
Durante el año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social intubó a 22 mil 886 personas contagiadas con el virus del SARS-CoV-2 para ayudarlas a sobrellevar la enfermedad y eventualmente, recuperarse. Sin embargo, 19 mil 733 personas de las intubadas en el IMSS durante en ese periodo perdieron la vida. Y del 1 de enero al 9 de agosto del año 2021, el IMSS reporta la intervención de 5 mil 503 enfermos que fueron intubadas a causa del Covid-19, de los cuales murieron 5 mil 295.
Esta situación no es exclusiva del IMSS. En el ISSSTE la letalidad en los pacientes positivos a Covid19 que fueron intubados pasó de un 84.3% en 2020 a un 94.6% en el año 2021.
En PEMEX, de 82.2 a 89.8%. Mientras que en la SEMAR de 80.2 a 86.4%, siempre en el mismo periodo.
La única institución federal que mostro un reducción en la muerte de personas que fueron intubadas fue la SEDENA que pasó de 70.4 a 66.6%.
Por su parte, los hospitales estatales que atienden casos de Covid-19 han reportado que durante el año 2020 intubaron a 15 mil 674 personas, de las cuales murieron 12 mil 139. Est es un 77.4%. Para el año 2021, estos mismos hospitales de las diferentes entidades federativas intubaron a 7 mil 761 enfermos, de los cuales 6 mil 512 perdieron la vida, lo que representa un 83.9%.
Mientras una nueva publicación por parte del National Library of Medicine, del gobierno de los Estados Unidos, recuenta que hasta el 50% de los intubados mueren, en México llegamos casi al 100%. Nuevamente, el sector salud en nuestro país es un fracaso, es un engaño, es el resultado del abuso de poder, de la corrupción, es un no ejercer los derechos humanos.
El Universal
