Nepotismo, intrigas y romances en el SAT

Salvador García Soto

La directora del SAT, Raquel Buenrostro, se ha ganado a pulso la fama de ser una funcionaria dura, eficiente en su trabajo y totalmente leal al presidente López Obrador. La dureza y firmeza con la que se ha enfrentado a grandes empresas que tenían adeudos históricos con el fisco le ha valido el mote de “la dama de hierro” porque ha logrado, con su estilo de no transigir ni negociar con los grandes contribuyentes, recuperar 736 mil millones de pesos de adeudos de impuestos de grandes consorcios en los primeros dos años del gobierno, algo que ha impactado positivamente las cifras de recaudación de este gobierno.

Lo mismo a Walmart que a BBVA,  a FemsaAmérica MóvilGrupo ModeloIBM y Grupo Bal, la oficina de Buenrostro logró “convencerlos” de que se pusieran al corriente en sus adeudos y que regularizaran sus cuentas fiscales, luego de las prácticas de condonación, ingeniería fiscal evasión que prevalecieron en los últimos sexenios para los grandes contribuyentes, que tan solo en el 2020 pagaron, en promedio cada uno de ellos 104.3 millones de pesos por adeudos, una cifra que no se había obtenido en la historia del SAT.

Hasta ahí no hay duda de que la señora Buenrostro es una de las piezas clave de la llamada 4T y del discurso que justo ayer, en su 3erInforme de Gobierno, repitió el presidente López Obrador al señalar que “ya no hay condonaciones, ni se permite a los grandes contribuyentes evadir el pago de sus impuestos”. Pero resulta que la “dama de hierro” tiene también algunas fisuras en sus propias oficinas y que, desde su mismo círculo cercano de colaboradores, a la maestra Buenrostro la están traicionando y manipulando con actitudes y prácticas que contradicen su estilo de rectitud y firmeza en la conducción de la autoridad fiscal.

Una de las personas de mayor confianza de doña Raquel es el Administrador General de Grandes Contribuyentes, Antonio Martínez Dagnino, quien ha ganado tanta cercanía con la maestra que incluso manipuló y sedujo a su Jefa de Oficina, María Hop. Un expediente de inteligencia recabado por agentes federales documenta que entre Antonio Martínez y María Hop hay un romance que le ha permitido al funcionario tener acceso y control de información privilegiada, de la agenda y de todo lo que ocurre en la oficina de la directora del SAT. Esa información, dice el expediente al que tuvo acceso esta columna, le ha permitido a Martínez Dagnino tener control de todo lo que sucede en la dirección del organismo tributario e incluso ganarle terreno a su jefa Buenrostro, llevando información personalmente a Palacio Nacional, para intentar venderse como el “operador personal del presidente en el SAT”.

Pero el tema no para sólo en la infiltración traición a la maestra Buenrostro. Antonio Martínez ha tejido una red de tráfico e influencias y nepotismo, dentro y fuera del SAT. Al interior del organismo el Administrador de Grandes Contribuyentes logró colocar a su hermano Rodolfo Martínez Dagnino, quien ocupó un cargo medio en el SAT pero extrañamente fue despedido apenas unas semanas después de su contratación, y tiene una red de amigos leales e incondicionales como “El Chilo” Prieto Gallardo, en la Coordinación Estratégica de Grandes Contribuyentes; “Chema” Sánchez Jiménez en la Administración de Intercambio de Información Internacional y Gari Flores, como Administrador de Fiscalización del Sector Financiero.

Todo ese grupo trabaja estrechamente con Daniel Sansón González, quien a finales de abril pasado salió del SAT pero ahora maneja la red de tráfico de influencias fuera de la institución. A su llegada al cargo, Martínez Dagnino corrió a todos aquellos funcionarios que no eran afines a él o a su círculo cercano, varios de ellos con años de servicio y una larga carrera profesional.

A su familia y amigos, el Administrador de Grandes Contribuyentes también los ha beneficiado: a su padre Roberto Martínez Figueroa le consiguió una promoción para pasar de la Lotenal al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, donde tiene acceso a información privilegiada sobre los procesos de subasta. A su hermano Rodolfo, después de ser despedido del SAT, lo colocó en el Senado; a su amigo y excolaborador Juan Pablo de Botton Falcón, logró impulsarlo como director General de Nafin y Bancomext, y a su primo Raúl Martínez, lo metió al área de Presupuesto, desde donde sabotearon al director de Administración y Finanzas, José Antonio Gómez Sandoval, para que fuera despedido.

Al interior del SAT nadie duda de la fuerza y la rectitud con la que se conduce la directora Raquel Buenrostro, pero está claro que a la mujer que es pieza clave en la estrategia del presidente López Obrador la están inflitrando y que, a sus espaldas, uno de sus colaboradores de más confianza, teje y fortalece una red de nepotismotráfico de influencias y hasta negociaciones oscuras con algunos de los grandes deudores del SAT.

Sería muy grave que el exitoso trabajo de recuperación de adeudos y de romper con la impunidad, la evasión y las onerosas condonaciones que por décadas disfrutaron las grandes empresas y consorcios del país que hasta ahora ha realizado la maestra Buenrostro, se viera empañado por personas cercanas de su equipo que la han infiltrado y vulnerado desde su círculo más íntimo. ¿Se dará cuenta la “dama de hierro” que a su poderosa y dura coraza le abrieron una fisura?

En el tercer informe del presidente López Obrador se confirmó que, por más diferente que se jure, el actual mandatario ha terminado imitando exactamente lo mismo que todos sus antecesores en la presidencia: una fantástica e irreal fuga de la realidad que vive el país, para describir una nación que dista mucho de ser la que viven a diario y en su cotidianidad los mexicanos. Porque en ese país imaginario a donde ya se mudó López Obrador hay completa paz y economía boyante con varios “récords históricos”. Y aunque la estabilidad macroeconómica sí sea un acierto indiscutible de esta administración, presumir como un logro de este gobierno y de su política económica el envío de remesas que mandan desde Estados Unidos nuestros migrantes expulsados, es algo indignante y vergonzoso que no se sostiene ni siquiera en el país imaginario del Presidente. Porque en ese México que percibe López Obrador y seguro muchos de sus colaboradores y seguidores, no existe la violencia del narcotráfico; los cárteles de la droga no controlan con sus armas y total impunidad al menos a una tercera parte del territorio nacional; tampoco hay desabasto de medicinas en el sistema de Salud pública y los niños con cáncer que han muerto por falta de tratamientos y quimioterapias son un invento. Y por supuesto la pandemia ha sido gestionada con total éxito y, justo el día que se anuncia un pico récord de contagios en la tercera ola, más de 17 mil 337, y 1,777 muertos en las últimas horas, el Presidente dice en su informe que “ya va disminuyendo la tercera ola”. En fin, que al Presidente lo perdimos en su realidad alterna donde él respeta a los medios y a los periodistas, donde no hay ataques ni censura al trabajo de la prensa crítica, y en donde son tanto y tantos logros importantes los que ha logrado, que a 3 años de que termine su sexenio, el Presidente se siente tan “satisfecho”, que podría dejar la presidencia sin sentir ningún cargo de conciencia. Ni hablar, como tampoco se va a ir, habrá que aguantar a un Presidente fugado de la realidad en cuyo discurso de ayer la oposición tampoco existe y se anuncia un endurecimiento y radicalización de la 4T para lo que resta del sexenio…Por cierto ayer, por más que el vocero Jesús Ramírez Cuéllar hacía malabares para ocultar la renuncia de Julio Scherer, que estuvo ayer presente en el mensaje presidencial en el Salón Juárez de Palacio Nacional en las últimas filas, anoche se reconfirmaba que Scherer ya le entregó su renuncia al Presidente y es cuestión de esperar a que en Palacio la oficialicen. La primera señal de que el poderoso consejero jurídico había perdido control de las funciones que le encargó el Presidente ocurrió hace unas semanas, cuando el ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, pidió audiencia para ver al Presidente e informarle de su decisión de “bajarse” del tema de la ampliación de dos años a su mandato. Ese día el Presidente le dijo a Zaldívar que iba a convocar a Scherer para que estuviera en la reunión y el ministro le dijo: “No, prefiero que no esté el consejero; usted y yo solos”. Scherer no va a  ningún cargo y se hará cargo de sus negocios y su despacho jurídico y mantiene, eso sí, la confianza y la cercanía con el Presidente que le dan una amistad de más de 30 años…Por cierto que ayer la primera aplaudidora en Palacio Nacional fue la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Colocada en la primera fila, para que no haya dudas de quién es la favorita presidencial, la gobernante saltó de su asiento en cuanto terminó el discurso del Presidente y aplaudió a rabiar con una expresión de total felicidad en la cara. ¿Pues no que la política no es un circo?…Los dados manda Serpiente doble. Caída libre.

El Universal