México dejaría de armar medio millón de autos por el desabasto de semiconductores

El desabasto de semiconductores provocará que México deje de producir 553,000 vehículos ligeros en el 2021, y con ello, los distribuidores pierdan la comercialización de 100,000 unidades, estimó Gerardo Gómez, director de la Consultoría J.D.Power México.

Precisó que General Motors es la armadora más golpeada por la escasez de chips en nuestro país, al perder un ensamble de 240,500 unidades, casi el 50% de lo que dejaría de producir la industria automotriz mexicana en general.

La consultoría especializada en satisfacción del cliente automotriz estimó que será hasta el 2023 cuando haya una estabilidad en la entrega de chips a la industria productora de autos.

Esto ha provocado que la recuperación de ventas en el mercado interno tarde 7 años, cuando la proyección era que se comercializaría en el 2024 la misma cantidad del 2016, que es 1.6 millones de unidades nuevas.

La falta de inventario de vehículos continuará en el 2022 por la escasez de chips.

Se estimaba que tardarían “de tres, a cuatro, a cinco años, y ahorita ya estamos en siete años para la recuperación, dado la disponibilidad de unidades y la incertidumbre del mercado hacia donde se está moviendo, entonces estamos más del doble de nivel global”, dijo el director de J.D. Power México.

Las otras armadoras que enfrentan problemas de chips son Volkswagen, y tendría disminución en producción de 71,600 unidades; seguido de Stellantis, con 51,000 autos; Toyota, con 40,200; Nissan-Renault, 37,800, y Ford, con 24,900, así como Mazda, con 4,800 unidades.

También, se informó que los clientes del mercado mexicano están más satisfechos emocional y afectivamente con sus vehículos de 1 a 3 años de propiedad en comparación con el año pasado, según la sección de Diseño y Desempeño (APEAL, por sus siglas en inglés) del estudio de Calidad y Confiabilidad del Vehículo en México 2021 (VDS) de J.D. Power México.

En general el índice de Diseño y Desempeño aumentó 10 puntos respecto al 2020, a 872 (en una escala de 1,000 puntos). Sin embargo, cuando los propietarios tienen un problema, el índice de satisfacción cae 41 puntos, resaltando la relación entre la satisfacción del cliente y la calidad del vehículo.

En este estudio, el vínculo emocional y el nivel de afectividad con los atributos y funcionalidad que ofrece el producto es concentrado en el índice de Diseño y Desempeño, el cual mide la satisfacción del cliente con su vehículo.

El Economista