Sobre la popularidad del presidente López Obrador

Leo Zuckermann

El lunes, en este espacio, me preguntaba si la creciente inflación en México afectaría negativamente la popularidad del presidente López Obrador. Pues no, no la afectó. Por el contrario, la aprobación del Presidente no sólo se mantuvo, sino que subió. En el modelo Poll of Polls de oraculus.mx pasó de 61% en junio de este año a 65% en las encuestas que se levantaron el pasado mes de noviembre.

En oraculus.mx pudimos identificar seis encuestas que se levantaron rumbo al tercer aniversario de la toma de posesión del Presidente, cuatro en vivienda y dos telefónicas. Interesante la gran diferencia en el nivel de aprobación entre ellas. Por ejemplo, la de Parametría (en vivienda) reporta que el 72% de los mexicanos aprueba cómo está gobernando López Obrador. En cambio, la de Reforma (también en vivienda), muestra un 58 por ciento. La distancia entre estos dos números es significativa: nada menos que 14 puntos porcentuales. Esto demuestra los sesgos de cada casa encuestadora. De ahí el valor del modelo Poll of Polls de Javier Márquez que toma en cuenta para su cálculo todas las encuestas publicadas

Así que 65% de los mexicanos está satisfecho con López Obrador. Es el Presidente más popular a 35 meses de estar en el cargo desde Ernesto Zedillo. Nada mal para los malos resultados de este gobierno, lo cual nos lleva a la pregunta de qué explica la popularidad.

Lo primero lo muestran los números de la encuesta de Buendía & Márquez. En este sondeo de vivienda, el 68% de la muestra representativa de los mexicanos aprobó el trabajo de López Obrador como Presidente, un incremento de seis puntos porcentuales de la encuesta de agosto de esta firma. Sin embargo, en agosto, 35% lo aprobaba “mucho” y 27% “algo”. En la de noviembre, 33% lo aprobaba “mucho” y 35% “algo”. Sí, sube la popularidad, pero es menos intensa, un factor a tomar en cuenta.

Francisco Abundis, de Parametría, publicó ayer un artículo en Milenio donde presenta su encuesta. Ahí provee información muy valiosa de por qué la popularidad presidencial tan alta.

Menciona que la gente efectivamente no percibe buenos resultados del gobierno, pero en grupos de enfoque, no le echan la culpa al Presidente: “El fenómeno es muy parecido al que se observó con el expresidente Fox. Cuando simpatizantes del mandatario son cuestionados sobre los errores de la administración, la respuesta frecuentemente es responsabilizar a su equipo o los que están alrededor de él, pero nunca al Presidente. Este tipo de justificación en algún sentido ‘blinda’ a López Obrador de cualquier crítica directa”.

Abundis lanza otra teoría muy interesante de la alta popularidad. La pandemia de covid-19 efectivamente le vino como “anillo al dedo” al Presidente. 70% de los mexicanos cree que el gobierno ha hecho una buena labor en la gestión de la epidemia a pesar de que los hechos muestran exactamente lo contrario. “Es evidente —concluye el director de Parametría— que los números fácticos no están en la evaluación de los ciudadanos. Confían plenamente en la comunicación del Presidente”.

Me llama la atención este fenómeno. La ciudadanía está en una especie de negación sicológica frente a los más de 600 mil muertos por la pandemia (en exceso de mortandad). Prefieren escuchar las cosas positivas que dice el Presidente a deprimirse con la realidad. Supongo que este optimismo infundado también tiene que ver con la aplicación de las vacunas que realiza el gobierno.

Finalmente, está el tema de los programas sociales que se demuestra en los números de la encuesta de Buendía & Laredo. Impresionante. El mayor logro de este gobierno, de lejos, son los apoyos económicos que otorga el gobierno a distintos segmentos de la población. El 47% de los mexicanos lo reconoce como el principal logro de López Obrador. Por detrás, en un lejano 5%, está el “cambio de políticas previas” que ha hecho esta administración. Por si alguien tenía dudas, dar dinero en efectivo sí genera popularidad presidencial.

En mi artículo del lunes hablaba de evidencia anecdótica de cómo el Presidente ha perdido apoyo en el segmento de las clases medias citadinas con algún tipo de educación universitaria. La encuesta de Buendía & Laredo comprueba empíricamente esta evidencia. En febrero de 2019, el 65% de la gente con estudios universitarios o más aprobaba a López Obrador. En la de noviembre de 2021, sólo el 8% lo hacía. Se trata de una caída brutal, pero, como sabemos, este segmento sólo representa el 17% de los mexicanos entre 25 y 64 años de edad.

Excélsior