Componentes domésticos y externos afectarán lucha contra la inflación en 2022

Las persistentes presiones inflacionarias continuarán este 2022, en el que se espera una combinación de componentes domésticos y externos que dificultarán que la inflación regrese al rango objetivo de Banco de México (Banxico), de 3% +/-1 punto porcentual, además de que afectará los bolsillos de los consumidores mexicanos en una economía que aún se encuentra débil, advirtieron analistas.

“Hay un componente global en la inflación. Es alta en muchos países, pero también hay componentes domésticos que la hacen diferente entre países (…) se pensaba que podría ser algo temporal, transitorio, pero esta narrativa ya duró mucho tiempo”, dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America, durante su participación en el seminario de Perspectivas Económicas 2022, organizado por el ITAM.

El economista explicó que, entre los elementos externos, destacan los choques de oferta que se generaron a nivel mundial ante la reactivación de la economía luego del confinamiento que se realizó en el 2020 para evitar contagios por el Covid-19.

Lo anterior, ha llevado a una mayor demanda –particularmente en países como Estados Unidos– pero con la aparición de la nueva variante Ómicron, se puede afectar aún más la oferta y demanda a nivel global.

En este sentido, Gabriela Siller, de Banco Base, señaló que la inflación continuará por arriba de la meta de Banxico y podría ser hasta diciembre cuando converja al objetivo; sin embargo, no descartó nuevas presiones ante la prolongación de los cuellos de botella en las cadenas de suministro, la volatilidad en los precios de las materias primas, así como la reactivación en el sector de servicios, tanto a nivel global como nacional, en este último caso.

En el caso de México, Carlos Capistrán explicó que existen choques de oferta locales que se han generado por diversas reformas (como la laboral,  y de pensiones), aumentos al salario mínimo por arriba de la inflación, así como la falta de mayores estímulos fiscales en medio de la crisis.

Actualizar medición

Luis Pérez Lezama, director de Investigación Económica de Saver ThinkLab, por su parte, señaló que se debe actualizar la manera de medir la inflación, ya que la canasta básica no considera algunos productos que, por ejemplo, en los últimos años se han hecho indispensables, como gel antibacterial y pruebas de Covid.

“Los indicadores no reflejan todos los gastos que realizan las familias. Además, las inflaciones familiares no las mide nadie, cada familia tiene gastos cuyos aumentos en los precios superan la inflación. Ahí aparece el fantasma de cuál es la verdadera inflación”, dijo.

La afectación de la inflación se puede observar, agregó, a través de la pérdida del poder adquisitivo. En este sentido, en Saver ThinkLab calculan que en el 2021 se perdió entre 25 y 30% del poder adquisitivo.

“El banco central está reprobado. Enfrentó la pandemia, pero no significa que enfrentarlo sea sinónimo de éxito. La política monetaria no funcionó y se observa en los altos niveles de inflación. Subestimaron la formación de precios desde el 2020”, aseveró.

El mayor aumento para un cierre de año desde el 2000

Al cierre del 2021, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un aumento mensual de 0.36% mientras que, en comparación con diciembre del 2020, el aumento fue de 7.36%, de acuerdo con el Inegi.

Si bien el dato fue menor a lo esperado, de 7.51% de acuerdo con un sondeo de Reuters, supuso el mayor incremento, para un mes similar, desde diciembre del 2000, cuando la inflación cerró en 8.96 por ciento.

Las mercancías continúan siendo la mayor presión. En diciembre, mostraron un incremento anual de 7.40 por ciento.

Al interior, los alimentos, bebidas y tabaco se encarecieron 8.11%, mientras que las mercancías no alimenticias 6.61 por ciento.  Por su parte, los servicios presentaron una inflación de 4.30 por ciento.

Lo anterior llevó a la inflación subyacente a 5.94%, la cual elimina de su cálculo bienes y servicios con precios volátiles y es la que considera la Junta de Gobierno del Banco de México para su decisión de política monetaria.

“La inflación para fin de año fue 7.36%, marginalmente menor a la de 7.37% de noviembre y por debajo de la expectativa. Sin embargo, no es buena noticia ya que la subyacente sigue al alza, llegando a 5.94%, señal de la persistencia de un problema más inercial y hasta estructural”, publicó en Twitter Jonathan Heath, subgobernador de Banxico

La inflación no subyacente, por su parte, presentó una variación anual de 11.74 por ciento. Lo anterior se explicó por el aumento en los precios de los agropecuarios de 15.78 por ciento. Dentro de éste, las frutas y verduras se encarecieron 21.73% y los pecuarios 11.11 por ciento.

En tanto, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno presentaron un aumento de 8.68 por ciento. Los energéticos, por un lado, se encarecieron 11.50% mientras que las tarifas 2.30 por ciento.

Las alzas que más afectan el bolsillo de los mexicanos

1.- Tacos más caros

Las mercancías fueron uno de los rubros que más presionó a la inflación. En diciembre, los precios aumentaron 7.40% anual. Al interior, en la parte de alimentos uno de los incrementos más importantes fue el de las tortillas de maíz, de 17.21% anual.

En el rubro de medicamentos y aparatos, en medio de la pandemia, el mayor aumento se dio en lentes, aparatos para sordera y ortopédicos, con 9.15%, mientras que los expectorantes y descongestivos, que se usan para tratar tos y resfriado, se encarecieron 7.19% anual.

En el apartado de muebles y aparatos domésticos, el mayor aumento fue en los colchones, con 10.90 por ciento. En tanto, los productos para la reparación menor de la vivienda aumentaron su precio en 14.45 a tasa anual.

2.- Vuelos por las nubes

Los servicios fueron de las actividades económicas más afectadas durante el confinamiento y aunque se empiezan a recuperar, los precios registraron un incremento anual de 4.30% en diciembre. Dentro de este rubro, el mayor aumento se dio en el transporte aéreo (62.95%), mientras que los servicios turísticos en paquete, aumentaron en 19.99%, y los hoteles 9.03 por ciento.

En la parte médica, se observó la mayor alza de precios en la consulta y prótesis dental, con 5.53%, mientras que la hospitalización por parto subió 4.90% y la hospitalización general 3.99 por ciento.

En el caso del esparcimiento, los cines presentaron un aumento en sus precios de 8.56%, mientras que los servicios de loncherías, fondas, torterías y taquerías lo hicieron en 8.35%, en promedio.

3.- El efecto picosito elevó el costo

Las frutas y verduras promediaron un aumento de 21.73% anual en diciembre pasado. Al interior de este rubro, se observó que el genérico que tuvo un mayor incremento, y que es muy usado por los mexicanos para sus salsas, fue el tomate verde, con una tasa de 91.05%, mientras que el limón, otro de los favoritos para los platillos mexicanos, aumentó su precio en 90.12 por ciento.

Por otro lado, el chile serrano, también ingrediente esencial para salsas, tuvo un aumento de 68.01%, mientras que el chile poblano de 64.72% y, otros chiles frescos, de 36.70 por ciento.

4.- Cenas de Navidad con cerdo y res, un lujo

En el caso de los productos pecuarios, la inflación reportada en diciembre fue de 11.11% anual. Dentro de este rubro, el mayor incremento se presentó en la carne de res, la cual se encareció 15.52% en comparación con diciembre del año pasado. La carne de cerdo, por su parte, aumentó 12.46%, mientras que las vísceras de res 9.48 por ciento.

Del lado de los pescados y mariscos, el camarón aumentó en 11.97%, mientras que el pescado en 8.92% y otros mariscos 14.40 por ciento.

En el caso del pollo, el aumento en su precio fue de 8.75%, y el del huevo en 3.69 por ciento.

5.- Gas doméstico, sin tregua

La recuperación de los precios del petróleo, luego de su drástica caída del 2020, llevó a que los energéticos incrementaran su precio, de manera anual, en 11.50 por ciento. Al interior, el gas doméstico natural fue el que reportó una mayor alza, con 28.44% anual, mientras que el LP 6.87 por ciento.

La gasolina premium, por su parte, aumentó en 22.07%, mientras que la magna en 13.98 por ciento. La electricidad, se encareció en 5.92 por ciento.

6.- Tarifas autorizadas, con magros aumentos

Las tarifas autorizadas por el gobierno mostraron un aumento de 2.30% anual en el último mes del 2021 y aunque todos sus componentes mostraron incrementos, éstos fueron de menor medida en comparación con genéricos de otros rubros.

El mayor incremento de precios que se registró fue el de trámites vehiculares, con 4.42% anual, mientras que los derechos por el suministro de agua subieron 4.06 por ciento.

En tanto, las cuotas de autopistas aumentaron 3.56% y la expedición de documentos del sector público 3.23 por ciento.

El transporte colectivo subió 2.07%, a la vez que el taxi 2.06% y el estacionamiento 1.17 por ciento.

En lo que se refiere al autobús urbano aumentó 0.84% y el metro 0.58% en su medición anual.

El Economista