El fiscal desbocado

Salvador García Soto

Si bien nunca llegó a ser totalmente un “fiscal carnal”, Alejandro Gertz Manero sí transitó sus primeros tres años como titular de la Fiscalía General de la República con una imagen y una actuación de cercanía política y afectiva al gobierno del presidente López Obrador. La mayoría de sus acciones y decisiones en ese tiempo estuvieron siempre tamizadas y avaladas por el visto bueno presidencial y no había investigación o carpeta judicial que sorprendiera en Palacio Nacional, donde conocían de antemano los movimientos y actuaciones que emprendería la Fiscalía.

Pero de unos meses para acá eso cambió. El fiscal Gertz Manero, que siempre quiso reivindicar su autonomía constitucional, comenzó a tomar una serie de decisiones que no necesariamente iban en sintonía con la agenda del gobierno y empezó a sorprender a la 4T y al mismo presidente con negociaciones, investigaciones y carpetas abiertas incluso contra personajes de la clase gobernante con los que el fiscal había entrado en conflicto ya sea personal o político.

La salida abrupta de Julio Scherer Ibarra y su alejamiento de la oficina presidencial, llevaron a Gertz a moverse libremente, pues el exconsejero jurídico era la “correa de transmisión” entre la Presidencia de López Obrador y la FGR. A través de Scherer el presidente mantenía no sólo comunicación, sino control de los asuntos de la Fiscalía y con la salida de Julio se rompió ese mecanismo que incluso terminó revirtiéndose en contra del exconsejero, quien pasó de ser amigo y aliado de Gertz a convertirse en sujeto de investigaciones y averiguaciones judiciales.

A partir del cambio en la Consejería Jurídica, en septiembre pasado, Gertz Manero abrió no sólo las mencionadas carpetas contra Scherer Ibarra, también ordenó investigar al extitular de la UIF Santiago Nieto, a quien empezó a investigar cuando estaba en el cargo, pero tras su caída, en noviembre pasado, le inició otra carpeta judicial por enriquecimiento ilícito en la que también incluyó a su esposa Carla Humphrey, consejera del INE. Ambos aparecen como investigados en la carpeta de investigación FED/FEOC/UEIDCSPCAJ-CDMX/00022194/2021 y en la solicitud de información que la FGR le hizo a la Secretaría de la Función Pública el pasado 20 de diciembre, en donde pide “realizar una búsqueda exhaustiva en sus bases de datos y registros” de Nieto y Humphrey para “integrar debidamente la carpeta de investigación”.

A las venganzas y reyertas contra los de casa, se suman otras acciones del fiscal que han agudizado la percepción de que Gertz Manero perdió el rumbo y el sentido de la primera Fiscalía autónoma en el país: entre su controvertida actuación en el caso de cuñada Laura Morán Servín y su hija Alejandra Morán, a la que mantiene presa, y el giro que dio en el caso Lozoya, luego de la burla pública de Emilio Lozoya cenando pato en un restaurante de lujo, el fiscal se ha ido a extremos en los que ahora solicita 20 años de cárcel para la madre de Lozoya, Gilda Austín, a quien acusa de ser cómplice del exdirector de Pemex.

Esas y otras decisiones del fiscal, como la de negociar un criterio de oportunidad para el abogado Juan Collado, a cambio de que este acusara a Julio Scherer de haber ordenado extorsionarlo a través del abogado Juan Antonio Araujo, llevaron a que el presidente le ordenara al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, reunirse con Alejandro Gertz para frenar ese negociación, según reveló ayer en estas páginas el columnista Roberto Rock, en un encuentro que tuvo lugar a mediados de diciembre pasado.

Adán Augusto tuvo que entrar a tratar de frenar al fiscal desbocado y a intentar retomar la “correa de transmisión” que se rompió con la renuncia de Julio Scherer. Y aunque el tabasqueño es ahora el gran operador político de todas las confianzas del presidente, en el mismo gobierno, reconocen que el titular de Segob no tiene todavía el mismo nivel de control y ascendencia que llegó a tener el exconsejero jurídico con el fiscal general de la República.

Esta misma semana Adán Augusto recibirá a Santiago Nieto, luego de que el jueves pasado se difundieran documentos oficiales que confirman las investigaciones abiertas en su contra y la de su esposa, por parte de la FGR. Veremos si el secretario de Gobernación logra apaciguar y centrar al fiscal que claramente confunde la autonomía que le da la ley, con un ejercicio personalista y patrimonialista de su cargo en el que, más allá de procurar justicia de manera imparcial, profesional y sin sesgos políticos, Gertz está utilizando a la Fiscalía en contra de cualquiera que sea su enemigo o lo desafíe.

¿Será la edad o será, como nos dijo un destacado miembro de la 4T que “cuando el fiscal es bravo, hasta a los de casa muerde”?

NOTAS INDISCRETAS… Justo cuando le llueven críticas al gobierno de México por avalar y apoyar la toma de posesión del quinto mandato consecutivo del dictador Daniel Ortega en Nicaragua, a donde el gobierno de López Obrador mandará hoy un representante oficial, este lunes arranca en México la Reunión de Embajadores y Cónsules del Servicio Exterior Mexicano que se realiza cada año. Recién llegado de Chile, a donde fue a sellar una alianza con el futuro presidente chileno, el joven izquierdista Gabriel Boric, el canciller Marcelo Ebrard será el anfitrión de este encuentro que reúne a todos los representantes diplomáticos del país en el extranjero. Además del acostumbrado desfile de funcionarios, secretarios de estado y congresistas, que les darán a los embajadores y cónsules su visión actual de los asuntos públicos del país, hay expectación por el discurso del secretario Ebrard, sobre todo por el contexto de la sucesión adelantada en la que él es uno de los principales protagonistas. Y es que esta podría ser la última vez que el canciller encabece esta reunión si, como está muy claro, su prioridad será buscar la candidatura presidencial del Morena el próximo año cuando en diciembre ya tendría que haber renunciado a su cargo en el gabinete para competir en el proceso interno morenista. Esta reunión de Embajadores y Cónsules fue instituida por el canciller Fernando Solana que la convocó por primera vez en enero de 1989, justo cuando el mundo estaba inmerso en el inicio de una nueva era, tras la caída del muro de Berlín y el comienzo del derrumbe del bloque socialista encabezado por la extinta Unión Soviética. En aquel año convulso un diplomático respetado como don Fernando tuvo la visión de traer a todo el cuerpo diplomático mexicano para definir las posiciones que México tomaría ante los agitados cambios geopolíticos que se vivían con el avance de la democracia, el libre mercado y el comercio internacional que anunciaba la nueva globalización. Hoy el canciller Ebrard encabezará el mismo encuentro en un contexto muy distinto en donde, al mismo tiempo que conduce la política exterior, gestiona vacunas, atiende la crisis migratoria y apaga fuegos del gobierno, tiene un pie puesto en la sucesión presidencial y en las turbulentas y cada vez más cruentas disputas internas de Morena y de los radicales de la 4T que acompañan a Claudia Sheinbaum. Para colmo, la movilidad y los ascensos del Servicio Exterior Mexicano están tan atorados como las posiciones de México en Cuba, Nicaragua y Venezuela. A ver cómo le va al canciller y a ver con qué discurso él y su jefe el presidente mandan a nuestros diplomáticos a enfrentar una era de cambios y agitación mundial tan intensa como la que vivía el mundo en los tiempos de don Fernando Solana. Solo que entonces el secretario de Relaciones Exteriores no quería ser presidente… Los dados mandan Serpiente doble. Mal empieza la segunda semana del año.

El Universal