Jorge Fernández Menéndez
El Cártel Jalisco Nueva Generación actúa como una suerte de franquicia. Más allá de su núcleo duro, formado por quienes provenían del llamado Cártel del Milenio, que luego fueron operadores y sicarios de Ignacio Nacho Coronel e integraron lo que se dio en llamar, el sexenio pasado, Los Matazetas, se han expandido a buena parte del país cooptando a grupos locales, a los que les permiten actuar bajo su manto, usar su nombre y tener su apoyo.
Pero, de la misma forma que opera como una franquicia, el núcleo duro del CJNG siempre giró en torno a las dos familias que lo crearon: a la del propio Nemesio Oseguera El Mencho y a los llamados Cuinis, formado por los hermanos González Valencia. Rosalinda González Valencia, una de las hermanas de los Cuinis, es la esposa de El Mencho.
Rosalinda no es un miembro más de la familia, es conocida como La Jefa, es respetada y temida dentro del propio CJNG. Rosalinda fue detenida por segunda ocasión, luego de intensas labores de inteligencia, la tarde del lunes 15 de noviembre de 2021, en Zapopan, Jalisco. Rosalinda estaba protegida por un amplio cordón de seguridad, en una zona muy vigilada por integrantes del CJNG. Se tuvo que actuar, para su detención, en absoluto secreto: un pequeño grupo de elementos federales arribaron al lugar, la detuvieron y se fueron sigilosamente, luego de un operativo quirúrgico que se logró realizar sin disparos y sin que se registraran reacciones violentas.
Rosalinda, considerada una mujer de la alta sociedad tapatía, era quien manejaba económica y logísticamente la empresa delictiva del CJNG. Los hermanos González Valencia, son 15 (nueve hombres y seis mujeres), conformaron una unidad familiar dedicada al narcotráfico desde los años 90. El vínculo entre la gente de El Mencho y los Cuinis se remonta incluso a años atrás, cuando, en los años 80, El Mencho se casó con Rosalinda, con quien procreó tres hijos, Rubén, Johana y Laisha Oseguera González. Los tres participan en el grupo criminal. Rubén, El Menchito, fue detenido el 4 de diciembre de 2017 por autoridades federales y finalmente extraditado a Estados Unidos el 20 de febrero de 2020, luego de un largo proceso que incluyó sucesivos amparos que Rubén ganó, “extrañamente”, en distintos tribunales (que luego se comprobó que estaban infiltrados por el propio CJNG).
Su hermana, Jessica Johana, fue detenida el 26 de febrero de 2020 en Washington D.C., cuando se presentó a una audiencia que se seguía contra Rubén. La hija más joven es Laisha Michelle, quien actualmente está libre y tiene 20 años de edad.
Laisha se presenta también como empresaria, pero en realidad es una de las principales operadoras para el lavado de dinero, producto de las actividades del grupo. Esos recursos, vía Laisha, se invierten en restaurantes y hoteles que están a nombre de familiares y amigos cercanos. Con las detenciones de Rosalinda y Joahana, Laisha se ocupa también de la relación y cooptación de políticos, funcionarios públicos, jueces y magistrados. Invierten en este rubro grandes cantidades de dinero para lograr que integrantes importantes del CJNG, una vez detenidos, vuelvan a quedar en libertad.
La pareja de Laisha es Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, apodado El Guacho, de 24 años y oriundo de Michoacán. Ellos fueron quienes ordenaron el secuestro de dos elementos de la Secretaría de Marina para presionar al gobierno federal y dejar en libertad a Rosalinda, cuando fue detenida en noviembre pasado.
Fernando Gutiérrez también proviene de una familia del mismo grupo criminal, es el hijo de un famoso narcotraficante al que apodaban Ojo de Vidrio, quien murió en Tonalá, Jalisco, el 4 de diciembre de 2017, en un enfrentamiento con autoridades federales. Antes había estado detenido en Puente Grande, donde se consideraba que controlaba el autogobierno del penal. Actualmente, Fernando Gutiérrez es el encargado de proteger a la familia: a Laisha, a una hermana de Fernando, que es esposa de El Menchito, y a su suegra, Rosalinda. Además, lidera un poderoso grupo de sicarios y operadores del CJNG.
Pero en la fortaleza de un cártel familiar también reside su debilidad. Según fuentes de inteligencia, el poderío de Oseguera Cervantes se debilita constantemente y la detención de sus familiares lo afecta emocional y operativamente, ya que su esposa e hija son con quienes tenía mayor acercamiento y comunicación, independientemente de que eran sus principales operadoras financieras.
Hay otro medio hermano, hijo de Rosalinda, Juan Carlos González, apodado El Pelón o el 03, que busca, por su parte, quedarse con el control del cártel y sus recursos, en una abierta pelea sucesoria en el CJNG.
Esa lucha por la sucesión involucra a muchos personajes, por ejemplo, a uno de los abogados de Rosalinda, Víctor Francisco Beltrán García, quien, según fuentes de seguridad, le ha pedido fuertes cantidades de dinero con la promesa de que pronto saldrá de la cárcel. Este personaje ya ha sido señalado por la DEA y la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro como parte del CJNG y los Cuinis.
Tanto Rosalinda como Laisha están procesadas, una de ellas presa y la otra en libertad bajo fianza, y dependen de la decisión del juez séptimo de Distrito de Amparo, Julio Veredín Sena Velázquez, el cual fijó la irrisoria cantidad de cinco mil pesos, sí, cinco mil pesos, como fianza de Laisha por el secuestro de los marinos. El 5 de febrero pasado, Laisha declaró ante ese juzgado para reclamar un amparo. Tres días después, el 8 de febrero, Rosalinda tuvo su audiencia reclamando seguir en libertad su proceso. Hoy está detenida en el penal femenil de Morelos, donde las autoridades la tratan como le llaman en el CJNG, como La Jefa.
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