Militares obligan a repliegue del CJNG

Los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que se replegaron tras la entrada del Ejército a la comunidad de Aguililla, se trasladaron a Colima donde combaten a Los Mezcales, grupo criminal que rompió su alianza con el CJNG, lo que generó una ola de violencia en esa entidad.

Según mandos del Ejército, la llegada de los militares provocó un “efecto cucaracha”, por lo que los sicarios de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, no han aparecido en las cabeceras municipales y comunidades de Aguililla, Coalcomán, que hasta hace unas semanas tenían bajo su control como parte de su estrategia de expansión en la región.

Los elementos desplegados en Aguililla no descartan que algunos de los integrantes del CJNG estén refugiados en la sierra de la zona limítrofe con los estados de Jalisco y Colima.

La localidad está rodeada de cerros y zonas boscosas de difícil acceso, propicias para instalar laboratorios para elaborar drogas sintéticas y muchas de las operaciones militares se realizan en helicópteros para ubicar objetivos.

“Muchos de ellos andan ya en Colima por la ruptura con Los Mezcales, otros están por la sierra, una zona de difícil acceso para las operaciones”, señaló un militar.

Los elementos federales de las Fuerzas Especiales y la Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército han decomisado armas, cartuchos útiles, casas, bodegas, equipo táctico y vehículos con blindaje artesanal denominados monstruos en El Aguaje, Naranjo y San José de Chila.

Entre la población existe temor de un enfrentamiento mayor cuando se retire el Ejército, ya que el CJNG y los Cárteles Unidos que se disputan la región buscarán recuperarla.

“Por aquel lado están algunos de los que estaban aquí [en Aguililla] y que tenían retenidos. Cuando se vayan los soldados podrían entrar los que estaban [el CJNG] y los contrarios [Cárteles Unidos], lo que podría derivar en un fuerte enfrentamiento.

“Los que estaban aquí van a empezar casi desde cero porque les han quitado algunos carros, algunas armas”, comentó un habitante del municipio.

Relató que cuando los grupos criminales llegan a las comunidades regalan despensas, dicen que son los buenos.

“Nos regalaban despensas; mataban a veces vacas, regalaban la carne. Se hacen los buenos, pero son igual todos”.

Y añadió: “Los cambios que se han dado en estas comunidades han sido, desafortunadamente, para ir de más a menos, porque antes se sembraba mucha sandía, melón, algodón y era productivo pero ya no es lo mismo”.

El Ejército mexicano continúa con patrullajes de vigilancia en el municipio de Aguililla y sus comunidades, que poco a poco están reactivando las actividades sociales y económicas.

Comercios de abarrotes, papelerías, farmacias, puestos de comida están abriendo sus cortinas nuevamente en las comunidades de Aguililla, en donde todavía la gente tiene miedo de regresar a sus hogares.

Además de sus labores de vigilancia, el Ejército mexicano busca con obras sociales, como servicio médico, cortes de pelo y apoyo mecánico, contribuir al restablecimiento de las actividades en los municipios de la Tierra Caliente de Michoacán, donde lleva más de una semana.

El Universal