Una política de control de precios disfrazada conducirá a un mercado negro: JP Morgan

Si el plan contra la inflación del Gobierno mexicano que se presentará este miércoles 4 de mayo resulta una política de control de precios disfrazada, tendrá un impacto negativo en el mercado en términos de producción y crearía un mercado negro, advirtieron estrategas de JP Morgan.

“Si bien Andrés Manuel López Obrador ya declaró que el plan no establecerá controles de precios absolutos, queda por ver si no es una política de control de precios disfrazada”, resaltaron especialistas.

En una nota enviada a sus clientes, que está en poder de El Economista, destacaron que el plan que presentará el Gobierno de México para sumarse en la lucha contra la inflación “no debe ni puede sustituir el ciclo de alzas del banco central”.

“Tiene que ser un complemento para anclar con éxito las expectativas de inflación de corto, mediano y largo plazo”, refirieron.

Los investigadores del banco de inversión estimaron que los 24 bienes de la canasta básica que podrían ser sujetos de reducción de precios en el plan del mandatario, apenas representan una cuarta parte de las presiones al alza en la inflación. Destacaron que ya hay efectos de segundo orden generalizados que van mucho más allá de los precios en la canasta básica y en consecuencia no esperan un efecto completo en el objetivo de bajar la presión a la inflación.

Un pacto, la opción
En el análisis, liderado por el economista para México en jefe de JP Morgan, Gabriel Lozano, observaron que un plan para apaciguar la inflación de forma sostenida y generalizada, debe ir más allá de una estrategia de control de precios.

Tiene que incorporar acuerdos con el sector privado para evitar que se alimenten alternativas en la economía informal para la producción, el empleo y los precios.

“Se necesita un pacto para suavizar las negociaciones salariales anclando el crecimiento salarial del sector público y privado a las expectativas de inflación ex ante, es decir utilizando un rango de 4 a 4.2% en lugar de los niveles ex post (arriba del 7% donde ha llegado la variación de precios)”.

Los expertos de la firma recomendaron que los salarios mínimos aumenten a un ritmo más lento del observado en los dos años anteriores, para limitar más riesgos al alza que pueden presionar a la inflación.

El Economista