El joven Colosio y los tercios en 2024

Salvador García Soto

Mientras en el gobierno de la 4T intentan revivir el caso del asesinato de su padre con la reapertura de la investigación ordenada por la CNDH a la Fiscalía General de la República, a Luis Donaldo Colosio Riojas cada vez son más las voces que lo intentan convencer de buscar una candidatura presidencial en 2024 e intentan convertirlo en una opción viable para enfrentar al aparato de Morena y a López Obrador en la próxima sucesión presidencial.

No son pocos los políticos de distintos partidos que ven en el joven alcalde de Monterrey a un apellido que es marca, pero también a un proyecto político como el colosismo, que fue truncado en 1994 y que podría resurgir y representar en los próximos comicios presidenciales una alternativa para el electorado frente a la polarización y división que plantean de un lado la 4T y el lopezobradorismo, y del otro la Alianza Va por México, formada por PRI-PAN y PRD.

Colosio Riojas podría representar, dicen sus entusiastas promotores, la opción intermedia y moderada para un México que no quiere la continuidad de López Obrador ni un nuevo partido de Estado como Morena, pero tampoco está convencido de volver a opciones que ya fracasaron en el pasado como el PRI y el PAN. Incluso la eventual postulación del hijo de Colosio Murrieta podría atraer el voto tradicional de otros partidos, principalmente del PRI, pero también de panistas desencantados y, especialmente, el llamado voto “swinger” o sin partido que tendría una alternativa distinta al oficialismo morenista y a la alianza opositora de partidos históricos.

En torno a la candidatura de Luis Donaldo Colosio el principal operador en estos momentos es el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, quien ve en el alcalde regiomontano la opción que puede llevar a su partido a dar el estirón nacional y a competir, por primera vez con posibilidades reales, por la Presidencia de la República. Junto a Dante y a su labor de convencimiento, se mueven destacados priistas y por supuesto los llamados colosistas, que ven en el heredero del apellido Colosio la posibilidad de retomar el proyecto trunco de su padre, asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana, hace ya 28 años.

Aunque nadie sabe aún a ciencia cierta si el joven Colosio escuchará el canto de las sirenas y aceptará una nominación presidencial a la que llegaría a los 38 años de edad, hay un escenario que empiezan a registrar varios encuestadores para la elección presidencial del 24, que podría favorecer la idea de una “tercera vía” representada por Luis Donaldo en esos comicios.

De acuerdo a sus mediciones y proyecciones de la sucesión presidencial, estos encuestadores consultados afirman que quien gane la Presidencia en el 2024 difícilmente rebasará el 35% de la votación total en esa elección; una mayoría como el 53% obtenido por Andrés Manuel López Obrador es prácticamente imposible que vuelva a repetirse, por lo que sería más probable que se pudiera dar una elección a tercios en la que Morena llevaría la delantera en las preferencias, pero dependiendo del fenómeno del voto de castigo y de los candidatos que presentara la oposición, los números podrían emparejarse.

Es ahí donde la idea de una candidatura con un personaje como Luis Donaldo Colosio Riojas tendría sentido y podría convertirse en una alternativa para los votantes. Porque nadie puede negar la marca política que representa el apellido, que además está ligado a una víctima de la violencia criminal y política, de la que el mismo hijo de Colosio también fue víctima. Si a eso se le suma la juventud del joven alcalde regio, que con sus 38 años sería la antítesis del gobierno septuagenario de López Obrador, no es difícil advertir las posibilidades de crecimiento que tendría un segundo candidato presidencial con el apellido Colosio.

Es cierto que falta tiempo y que la reciente aparición de Luis Donaldo en un video donde se le vio hacer zoom para presidir una sesión del Cabildo de Monterrey, desde un restaurante en Nueva York y con problemas de dicción por los brindis previos, hablan de un político que aún está en etapa de maduración, pero ante la sucesión adelantada por el presidente López Obrador y los aspirantes de Morena, como Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, ya metidos a una campaña abierta para posicionarse, no queda mucho tiempo para que el alcalde deshoje la margarita. Le quedan pocos meses para tomar una decisión y decidir si quiere seguir el camino de su padre, con el desenlace trágico que tuvo y con todo lo que puede significar esa decisión para Colosio Riojas.

A propósito de colosistas, el gobernador de Sonora, el morenista Alfonso Durazo, es otro de los que andan metidos en el tema de una posible candidatura de Luis Donaldo Colosio Riojas. Y no es que el sonorense le esté siendo desleal al Presidente ni a la 4T de la que tanto se ha beneficiado, sino que oportunista como es, Durazo se autopromueve como “el puente entre Colosio y López Obrador”, y anda ofreciendo sus servicios para servir como enlace de comunicación entre el alcalde de Monterrey y el inquilino de Palacio Nacional. Quién sabe qué tanto interés tengan ambas partes de dialogar con la mediación del gobernador de Sonora, pero don Alfonso ha visto en su relación con el hijo de quien fuera su jefe la posibilidad de obtener también dividendos políticos. Total, como Sonora está tan tranquila y pacífica, sobre todo en el sur, donde el municipio de Cajeme y su cabecera Ciudad Obregón ya figuran como “la séptima ciudad más peligrosa del mundo”, pues al gobernador Durazo le sobra tiempo para la grilla y para meterse de lleno a la sucesión presidencial… No cabe duda que “lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida”, como decía el gran Silvio Rodríguez en su “Canción del Elegido”. Y Claudia Sheinbaum aprendió muy bien de su tutor y padre político a ser autoritaria y a torcer la ley y las cosas cuando así le convienen. Ayer, la Jefa de Gobierno anunció que demandaría penalmente a la empresa DNV, a la que ella misma contrató el año pasado para hacer un “peritaje independiente” sobre las causas que provocaron el derrumbe de la Línea 12 del Metro, en el tramo Olivo-Tezonco en Tláhuac. Cuando la presentó al iniciar sus investigaciones habló maravillas de la consultora noruego-alemana y aseguró que a través de sus peritajes se llegaría a la verdad sobre qué fue lo que causó el derrumbe de los puentes elevados, que provocó la muerte de 26 personas. La razón “oficial” para demandar a la firma extranjera es un presunto “conflicto de interés” y una supuesta deficiencia técnica en el Tercer Informe del peritaje que elaboró DNV sobre las causas de la tragedia. Sheinbaum asegura que la empresa contratada y pagada por su gobierno violó las cláusulas de confidencialidad al haber filtrado parte de ese Tercer Informe, que le fue entregado a ella desde hace varios meses pero, que a diferencia del primero y el segundo informes, no fue hecho público y fue rechazado y desechado por la administración capitalina, que nunca difundió ese tercer y último informe en el que DNV daba sus peritajes y conclusiones finales sobre el conjunto de causas que ocasionaron que se desplomara el Metro. Ayer, la gobernante aseguró que existe un conflicto de interés en los consultores externos porque Héctor Salomón Galindo Alvarado, representante legal y asesor de contratos de DNV, es el mismo abogado que “en 2012 denunció al ahora presidente López Obrador ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y que también estuvo ligado a la administración de Enrique Peña Nieto”. Ayer DNV emitió un comunicado informando que ellos ya entregaron el tercer y último reporte del Análisis de la Causa Raíz (RCA) acordada y con estrictos procedimientos internos de calidad. “DNV confirma que el informe se elaboró sin la participación de ningún experto que pudiera tener un conflicto de intereses” y dijo que respalda la metodología empleada, los hallazgos y conclusiones de su análisis. Lo más extraño de la actitud de la Jefa de Gobierno, que amenazó con que si se filtra ese Tercer informe “habrá consecuencias legales”, es que en los primeros dos reportes de DNV, cuando todas las responsabilidades y causas de la tragedia apuntaban a las “fallas de origen y deficiencias en la construcción y en la calidad de materiales de la obra”, nunca encontró cuestionable a la empresa extranjera ni le vio conflictos de interés, pero en el tercer informe, donde se incluye como una de las causas también del derrumbe a los problemas de mantenimiento de la Línea 12, entonces ya no le gustó el trabajo de los noruegos y alemanes, escondió el informe y ahora amenaza con denunciarlos penalmente por “conflicto de interés”. ¿No será que más bien quiere acallarlos y que no se hable de la falta de mantenimiento en el tramo derrumbado, que le correspondía en los primeros dos años de su gobierno?… Los dados giran. Capicúa y repetimos tiro.

El Universal