Escala guerra en Tamaulipas; Cabeza de Vaca se juega su resto

Salvador García Soto

A tres semanas de la elección estatal en Tamaulipas, estalló la guerra total en las campañas por la gubernatura. Por un lado, este fin de semana el alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz (hijo de la expanista Maki Ortiz), se sumó finalmente a la campaña del candidato de Morena, Américo Villarreal, luego de coqueteos con el PAN. Reynosa significa el 25% del padrón estatal y por eso la adhesión es decisiva. En esos mismos días entrevistaron al abanderado morenista en Matamoros y le preguntaron si tenía un “pacto de impunidad” con el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, para que éste le entregue el estado a cambio de impunidad. “No hay pacto, a mí me golpean todos los días del gobierno estatal. No habrá impunidad para el gobernador ni para nadie”, respondió Américo.

Y ayer, respondiendo directamente a los comentarios de Américo Villarreal, el gobernador salió a los medios para decir que “yo no me había metido a la campaña, pero lo voy a hacer porque me están aludiendo”. Afirmó que él no busca ninguna impunidad, porque las pruebas con las que lo acusó Santiago Nieto “son falsas” y que ahora es el exdirector de la UIF quien está siendo investigado por la Fiscalía General de la República. Y ya metido en la dinámica electoral, el desaforado mandatario panista acusó que “los que sí están metidos en ilegalidades” son los candidatos de Morena que recibieron financiamiento ilegal y con dinero sucio del empresario asesinado Sergio Carmona.

Justo coincidente con los señalamientos de Cabeza de Vaca, ayer comenzó a circular en el estado una publicación de un supuesto reportaje de un medio ficticio, llamado “The Dallas Chronicle”, en el que bajo el título de “La ejecución del Rey del Huachicol destapa la corrupción en Morena en Tamaulipas”, se publican documentos y se afirma que las campañas de candidatos morenistas en las elecciones de 2021 se financiaron con dinero del empresario asesinado, Sergio Carmona, cuyo financiamiento provenía del robo y contrabando de combustibles a través de la aduana de Nuevo Laredo.

Dentro de esa publicación —atribuida a un tema de “guerra sucia” y que ayer por la tarde ya no podía leerse en el vínculo que circuló en redes sociales— se publican varios documentos cuya autenticidad no está verificada, pero que están rotulados a nombre de dos bancos extranjeros y de agencias de seguridad de Estados Unidos, que supuestamente investigan los movimientos financieros de Carmona Angulo. El primero un supuesto estado de cuenta del First Caribbean International Bank, a nombre de Sergio Carmona Angulo, con dirección en el número 64 de Vienn Circle, South Sound, en Grand Cayman, en el que aparece un saldo de 56 millones 022 mil 463 dólares a nombre del empresario asesinado en San Pedro Garza el pasado 22 de noviembre. En el documento aparece en la parte superior derecha la leyenda “Document No. Desclassified Class 873+”.

Y el segundo es otro presunto estado de cuenta del banco holandés SNS, a nombre de Humberto F. Villarreal Santiago, quien es hijo del candidato morenista Américo Villarreal. El banco, con sede en Amsterdam, reporta movimientos en la cuenta de Villarreal Santiago por más de 700 mil euros en el mes de junio de 2021 (cuando fueron las elecciones de 2021) y describe dos transferencias, una el 11 de enero de ese año y otra el 15 de enero, la primera por 500 mil euros y la segunda por 200 mil euros. El documento aparece también con la leyenda “Document No Desclassified Class 873+”.

Según la publicación en internet, otro documento que aparece titulado como “Departament of Homeland Security Foreing Corruption Investigation Group (Docket No. DHS-2021-0144. Subject: Sergio Carmona Angulo Bufile Number: 786-4522 Section 71 Serial 6897”, señala que el empresario Carmona Angulo hizo tres transferencias en 2021 de su banco en Grand Cayman al banco holandés de Villarreal Santiago, una en enero por 700 mil dólares, otra en abril por 490 mil dólares y una más en junio por 390 mil dólares.

Y mientras el gobernador aparece en la campaña, lo que es un hecho es la solicitud de desafuero que la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción (FECC) de Tamaulipas envío el pasado lunes al Congreso del Estado para pedir que a la diputada local por Morena, Ursúla Salazar, quien es sobrina del presidente López Obrador, le sea retirada la inmunidad procesal o fuero para que pueda ser acusada y procesada por presuntos actos de corrupción. En un oficio que envió a la Mesa Directiva del congreso local, la FECC informa que la legisladora, quien es coordinadora de la bancada de Morena y parte del grupo político del diputado federal Erasmo González, está siendo investigada por el delito de cohecho en una institución de educación pública del país, como es el Conalep, de donde Ursúla Salazar Mójica fue funcionaria antes de ser diputada.

Al intento de desafuero de la sobrina del presidente —a la que por cierto López Obrador dijo no conocer “y si me la encuentro en la calle ni la reconozco”— se suman las acusaciones de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas contra dos alcaldes de Morena: Eduardo Gattás, presidente de Ciudad Victoria, y la alcaldesa de Nuevo Laredo, Lidia Cantú Rosas. Al primero la fiscalía lo acusa de adquirir propiedades con recursos de procedencia ilícita, porque después de su campaña del año pasado se compró una casa de playa de 11 millones de pesos, cuando no había pagado impuestos los últimos cinco años que declaraba en ceros; mientras que a Cantú Rosas la acusan de un presunto desvío de recursos y presentación de facturas falsas; Carmen Lidia es hermana del coordinador de campaña de Américo Villarreal, Carlos Cantú Rosas, quien también está acusado por la Fiscalía y tuvo que huir a los Estados Unidos.

Detrás de la guerra política y judicial que se ha desatado en la elección tamaulipeca, está la desventaja que sigue teniendo el PAN en las encuestas, a escasos 25 días de los comicios y el hecho de que el candidato panista, César Verastegui “El Truco”, no ha avanzado ni crecido en las encuestas, a pesar del apoyo del aparato estatal. Tal vez por eso el gobernador Francisco Javier decidió sacar la cabeza, reclamado “alusiones personales” y literalmente se puso al frente de la campaña a menos de tres semanas de las votaciones.

A estas alturas no está claro si la intervención directa del gobernador en los comicios de Tamaulipas alcanzará para revertir la desventaja notable que tiene su candidato en las encuestas y evitar el posible triunfo de Morena; pero lo que está claro es que Cabeza de Vaca tratará de rescatar algo de la elección y para eso ha decidido jugarse el todo por el todo, sabedor de que en el resultado del 5 de junio se juega, por una parte, su futuro inmediato y, por otra parte, su futuro político. Capicúa de los dados, repetimos el tiro.

El Universal