Ser periodista hoy en México ¿Vale el precio?

Alan Sayago Ramírez

La violencia hacia los periodistas en México va al alza en los últimos años, el peligro en esta profesión es constante, donde los índices se mantienen y suben, pero no bajan a pesar de los discursos demagógicos y propaganda gubernamental en contra de la profesión.

América Latina, representa la región más mortal del mundo para los periodistas y México es uno de los lugares más complicados para ejercer esta noble labor; lejos quedaron las recomendaciones de las Naciones Unidas a principios del 2022, en donde  se destacaron que dos tercios de los asesinatos de periodistas a nivel mundial se produjeron en países que no sufren conflictos armados, “lo que demuestra los continuos riesgos a los que se enfrentan los periodistas en su labor informativa diaria para sacar a la luz las irregularidades”.

Hoy el gremio periodístico enfrenta varias batallas, la primera son las condiciones de precariedad de los bajos salarios, de acuerdo a los datos de la Fundación WageIndicator publicados a principios del 2022 , en donde se destaca que la mayoría de periodistas ganan aproximadamente $5,101 pesos mexicanos, un costo poco equitativo en comparación con el exceso de riesgo y la carga de trabajo que enfrentan.

Así mismo, deben lidiar con situaciones y desafíos todos los días, como el ámbito  político, este fenómeno se puede analizar desde el año 1805, donde los periodistas Jacobo de Villaurrutia y Carlos María de Bustamante fueron perseguidos por sus escritos y pronunciamientos por las autoridades virreinales.

A partir de diferentes eventos donde muchos de los periodistas fueron perseguidos por el estado, surgieron notables órganos periodísticos para garantizar la libertad de expresión, los cuales tuvieron injerencia en la Constitución de Apatzingán, la Constitución Política de la República Mexicana de 1857, la Ley Orgánica de Prensa,  nuestra actual carta magna de 1917 y la Ley sobre delitos de imprenta.

En la actualidad vivimos una nueva censura y estamos regresando al autoritarismo de los siglos XIX y XX, cuando el estado tenía el control pleno de los medios.

Actualmente el periodismo mexicano ha pagado muy caro los avances de la libertad de expresión, debido a que el oficio de informar  es de alta peligrosidad y la lista de periodistas asesinados, encarcelados, perseguidos y presionados no ha cesado de incrementarse. En lo que va de estos primeros cinco meses del 2022 suman ya 11 comunicadores fallecidos en México.

Esta columna pretende exponer lo que día a día viven los héroes de la verdad y está dedicada a todas las victimas que dieron su vida por la libertad de expresión.