Descubren cámara secreta de antiguo culto a la fertilidad bajo una casa en Turquía

Un saqueo fallido ha llevado a arqueólogos a un complejo subterráneo de la Edad de Hierro con raro arte rupestre, situado bajo una casa en Başbük (Turquía). El hallazgo, del que se informa en la revista Antiquity, representa “un raro panel procesional […] inciso en la pared de roca” en el que aparecen ocho dioses y diosas de la Edad de Hierro. Según describen los invesstigadores, el sitio pudo haber sido utilizado por un culto a la fertilidad durante el primer milenio antes de Cristo.

Estilo artístico del Imperio neoasirio habría sido adaptado por grupos locales
Aunque el panel fue descubierto en Turquía, y la obra de arte incluye inscripciones en el idioma local, el arameo, el estilo de las deidades es claramente asirio, una cultura que se originó cientos de kilómetros más al este, en Mesopotamia, y posteriormente se expandió a Anatolia entre el 900 y el 600 a.C.

Esto indica la fuerza con la que la cultura del Imperio neoasirio se extendió a los pueblos que conquistó en esta región. El descubrimiento –que aún no ha sido investigado en su totalidad debido a la inestabilidad de la estructura– es el primer ejemplo conocido de un relieve en roca del periodo neoasirio con inscripciones en arameo.

Así, aunque las deidades en procesión parecen haber sido dibujadas a propósito según las tradiciones locales, incluyen dioses de regiones de todo el Imperio neoasirio, incluida la primera atestación regional conocida de Atargatis, la diosa principal de Siria.

“Cuando el Imperio Asirio ejercía el poder político en el sureste de Anatolia, los gobernadores asirios expresaban su poder a través del arte en estilo cortesano asirio”, explicó el doctor Selim Ferruh Adalı, filólogo de la Universidad de Ciencias Sociales de Ankara y coautor del trabajo.

“La inclusión de temas religiosos siro-anatolios ilustra una adaptación de elementos neoasirios en formas que no se esperaban de hallazgos anteriores”, dijo. “Reflejan una fase anterior de la presencia asiria en la región en la que se acentuaban los elementos locales”, agregó.

Policía frustrara los intentos de saqueo del lugar
Las autoridades supieron del antiguo complejo subterráneo en 2017, después de que unos saqueadores lo descubrieran bajo una casa en un pueblo turco y decidieran apuntar a sus tesoros.

Sin embargo, la policía frustró a los saqueadores, y los funcionarios encargados de la investigación no tardaron en encontrar una abertura artificial que los saqueadores habían cortado en el suelo de la casa de dos pisos.

Ahora, cinco años después de que la policía frustrara los intentos de saqueo del lugar, los arqueólogos han podido revelar los primeros indicios de los tesoros que alberga la casa en el pueblo de Başbük, en el sur de Turquía.

La cámara de entrada, tallada en el lecho de roca caliza bajo la planta baja de la casa, conduce a una galería superior a través de una larga escalera descendente. Una vez retirados los sedimentos, quedó al descubierto el panel de la pared que contiene el arte monumental.

Deidades representadas

El panel de roca representa a miembros del panteón arameo, con sus contornos incisos y pintados en negro. Todas las figuras están orientadas hacia la derecha y miden alrededor de 60 centímetros, excepto la deidad que encabeza la procesión, el dios de la tormenta, la lluvia y el trueno Hadad, cuya cabeza mide más de 60 centímetros.

Según el estudio, cuatro de las ocho deidades representadas en el panel no pudieron ser identificadas. Las inscripciones en arameo etiquetan a tres de los dioses: además de Hadad, la primera representación regional de su consorte Atargatis, diosa de la fertilidad y la protección; el dios de la luna Sîn; y el dios del sol Šamaš.

Culto regional a la fertilidad
Las deidades del panel mural sugieren que fue “el lugar de un culto regional a la fertilidad de deidades siro-anatolianas y arameas con rituales supervisados por las primeras autoridades neoasirias”, dijo Adalı a Live Science.

Una de estas autoridades pudo haber sido “Mukīn-abūa”, cuyo nombre, además de el de los dioses, parece estar inscrito en el panel. Según aclaran los investigadores, Mukīn-abūa, un funcionario durante el reinado de Adad-nirari III, rey de Asiria desde el 811 a.C. hasta el 783 a.C., podría haber recibido el control de la región después de que cayera en manos del Imperio neoasirio. En un esfuerzo por ganarse a la población local, los investigadores especulan que pudo haber encargado el panel como una forma de integrar las dos culturas.

No obstante, según los expertos, los esfuerzos de integración pueden no haber sido del todo exitosos, ya que las obras de arte y el complejo subterráneo quedaron inconclusos.

El hecho de que el sitio fuera abandonado antes de que pudiera ser terminado parece sugerir que algo afectó a las actividades de los constructores, como una revuelta, disturbios regionales, una transición de poder o simplemente un calendario de trabajo interrumpido, según informa ARTnews.

Dado que quedaba espacio para completar los cuerpos de las figuras, los investigadores, agrega el medio, creen que estas inscripciones podrían ser esbozos que más tarde se convertirían en paneles de relieve totalmente tallados y pintados.

Del mismo modo, según Adalı, es probable que “el panel fuera realizado por artistas locales al servicio de las autoridades asirias que adaptaron el arte neoasirio en un contexto provincial”.

El equipo espera ahora que futuras investigaciones revelen más sobre la historia que hay detrás del hallazgo a medio terminar. “El panel procesional, que habría recibido a los visitantes en la galería superior, aún no ha revelado todos sus secretos”, escriben.

DW