Acción Nacional, el gran perdedor de 2023

Dispuesto ya a conducir y extraer de sus filas al abanderado presidencial de la coalición con el PRI y el PRD en 2024, así como cinco candidatos a gobernador entre los que destaca el de la Ciudad de México, el PAN intenta superar el estrepitoso descalabro electoral que sufrió el pasado domingo 4.

Lejos del triunfalismo discursivo de Marko Cortés Mendoza, el dirigente nacional panista, los resultados electorales en Coahuila y el Estado de México, ya confirmados por la autoridad electoral, reflejan que las preferencias por los panistas, al menos en esas dos entidades, disminuyeron hasta hacerlo perder en antiguos bastiones mexiquenses y colocarse en Coahuila, por primera vez en su historia, como cuarta fuerza electoral.

El caso de Coahuila es aún peor, pues cinco de sus militantes postulados por la coalición Alianza por la Seguridad, serán diputados de mayoría, pero gracias a los votos del PRI.

El triunfalismo de Cortés Mendoza se expresaba en conferencia de prensa, el lunes 5, con la reivindicación de la victoria en Coahuila, hablando como parte de la coalición Va por México: “Ganamos por más de lo que se esperaba, ganamos más de dos a uno, de hecho, ganamos 16 de los 16 distritos locales que estaban en disputa”.

Luego se refirió a la derrota mexiquense: “En el Estado de México logramos remontar de forma muy considerable los 25 puntos que nos llevaban de ventaja y terminamos en una elección mucho más cerrada de lo que las encuestas publicadas decían.

Lamentablemente sólo votó 49% del padrón electoral y, lamentablemente también, no todos los actores políticos del Estado de México hicieron lo que les correspondía hacer”.

Esta última afirmación fue una de las muchas que se han deslizado después de la jornada electoral del domingo, reclamando la no intervención, al menos no suficiente, del gobernador Alfredo del Mazo, priista de cepa, que inclusive llegó a la “mañanera” del mismo día 6, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó “kafkiano” que se reclame al mandatario estatal por no haber usado el aparato de Estado para las elecciones.

Pese a los reclamos a Del Mazo, quien deberá entregar el gobierno a un opositor por primera vez desde hace 94 años, de los cuales al menos una cuarta parte ha sido gobernador alguien de su familia, los bastiones del PAN en esa entidad no aportaron mayoría a la candidata Alejandra del Moral, mientras que en Coahuila, de ser una consistente segunda fuerza electoral, el PAN este 2023 por primera vez desde 1987 se redujo a 6.6% de la votación.

Coahuila, triunfo sobrerrepresentado

Hace seis años Coahuila vivió una de sus más grandes convulsiones políticas. El entonces candidato del PRI, Miguel Ángel Riquelme Solís, obtuvo 38.90% de la votación, apenas 2.5 puntos por encima del panista José Guillermo Anaya Llamas, que consiguió un 36.40%.

Proceso