Ciberseguridad: el gran reto

Atender los riesgos cibernéticos es una prioridad en el mundo actual, por lo que empresas de todos los tamaños deben invertir recursos en ello, advirtieron expertos.

Alejandro Guízar, presidente y fundador de Billpocket – Kushki, sostuvo que una forma de magnificar la importancia de este tipo de riesgos es que desde hace un par de años, a nivel global se estimaba que los delitos cibernéticos ya generan más ingresos que el narcotráfico.

“Sabemos que es una carrera sin fin que vamos a tener siempre, persiguiendo a los ciberdelincuentes”, manifestó.

Señaló que en el sector financiero, y en particular el sistema de pagos, se está creando un ecosistema donde los estándares de ciberseguridad son cada vez más altos, por lo que gran parte de estos esfuerzos podrían considerarse autorregulación.

Destacó que, por ejemplo, el Estándar de Seguridad de Datos para la Industria de Tarjeta de Pago (PCI DSS), que fue desarrollado por un comité conformado por las emisoras de tarjetas más importantes, se ha convertido en el máximo estándar de seguridad en el sistema de pagos con tarjetas.

Guízar añadió que en general las empresas Fintech agregan certificaciones y otras herramientas que sumen seguridad.

“Buscamos las mejores prácticas en cuanto a la información personal de nuestros clientes y demás, siempre tratando de asegurar que el proceso sea lo más sencillo posible, pero al mismo tiempo lo más seguro posible”, dijo.

Por su parte, Daniel Guzmán, director general y fundador de Conecta, hizo hincapié en que es fundamental que las regulaciones para garantizar la ciberseguridad sean prácticas y amigables con los usuarios.

“(Se necesita que) lo hagan usable, que lo haga atractivo y que lo hagan escalable”, mencionó.

Una forma de lograrlo es, dijo, que las soluciones de ciberseguridad tomen en cuenta que para ser prácticas para los usuarios es fundamental que sean poco intrusivas con los datos personales, lo que permitirá una menor fricción y rápida escalabilidad.

Jaime Márquez Poo, director ejecutivo de Desarrollo de Negocios y Nuevos Proyectos en Sistema de Transferencias y Pagos (STP), resaltó que una de las grandes desventajas de México es su amplio uso de efectivo.

“Más del 90 por ciento de las transacciones en México se manejan en efectivo. Nosotros no descansaremos hasta darle la vuelta a esa situación”, manifestó.

Reveló que tan solo el año pasado el crecimiento de transacciones electrónicas vía SPEI fue más del 20 por ciento, un crecimiento inédito.

“Seguimos viendo mucho efectivo, seguimos viendo muchos procesos que podemos mejorar”, admitió. Además, alertó la poca familiarización de empresas y usuarios con otras tecnologías financieras como el CoDi.

“Por ello, parte de la evolución de nuestras labores es capacitar, ayudar a las empresas a introducir este nuevo método de pago como lo CoDi, a través de tecnología código QR y también nuevos métodos de pago como la capacidad de generar transacciones a través de números de celular”, puntualizó.

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