Muñoz Ledo criticó la concentración de poder de AMLO: Diego Valadés

Porfirio Muñoz Ledo denunció la concentración del poder y el personalismo del gobierno en México, incluido el del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien criticó por no haber dado los pasos para profundizar en la democracia en el país, señaló Diego Valadés, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

Así lo dijo en una entrevista con Aristegui en Vivo, en la que calificó a Muñoz Ledo como “un personaje excepcional en la vida política” de México.

“No lo detenían las relaciones de amistad. Estoy seguro de que siempre conservó sentimientos de afecto con muchas de las personas a quienes criticaba, pero las criticaba no en el orden personal ni por cuestiones individuales, sino por no corresponder a lo que el país esperaba de ellos”, señaló.

Recordó que una de las personas a las que criticó fue el presidente López Obrador: “Porque todos esperábamos de él mucho más, que además de los proyectos sociales que sin duda son de avanzada, hubiera también proyectos democráticos y no se produjo esto, con un grave déficit para la gobernabilidad democrática del país; como lo denunció Porfirio Muñoz Ledo y como es evidente para todos los mexicanos, estamos en una crisis de gobernabilidad que se debe fundamentalmente a que no hemos avanzado en democracia como Porfirio señalaba y exigía”.

El investigador emérito aseguró que una de las características de Muñoz Ledo es que rehuyó la complacencia frente a los demás y consigo mismo, aunque siempre estuvo dispuesto a escuchar y a dialogar.

Valadés dijo que difirió con él en torno a la necesidad de una nueva Constitución o bien reformar la existente, por lo que llegaron al acuerdo de plantear “una nueva constitucionalidad”, consistente en impulsar agregar a la Constitución elementos que consoliden la democracia.

“Esta era la preocupación que él tenía en lo que no podemos considerar el ocaso de su vida, porque fue un hombre sin ocaso, sino la fase avanzada de su segunda o tercera juventud. Nunca claudicó en cuanto a la necesidad de reformar al país, fue uno de los grandes protagonistas y de los grandes impulsores de la reforma del Estado. Dejó un legado extraordinario”, apuntó el jurista.

“Sin duda es un ejemplo el que nos deja y ciertamente resulta dolorosa la pérdida de un personaje como él, pero también tenemos que decir que fue una vida plena la suya. Muere de 89 años y deja un legado que alimentará la vida política del país por mucho tiempo. Podemos decir que, efectivamente, hemos perdido al ser humano, pero conservamos de ese extraordinario ser humano sus características esenciales”, dijo.

“Lo que lo marcó, lo que marcó al país, sus convicciones, su carácter, su capacidad de conducción política y su liderazgo. Es difícil encontrar en una sola persona todas esas características a las que se sumaba una cultura excepcional. Y, además, una peculiaridad, era capaz de ir a un municipio y entender la vida comunitaria de una organización -que consideramos como la célula básica de la sociedad-, que a un foro internacional y moverse en el ámbito de las Naciones Unidas. Era por lo mismo, un ser poliédrico que pocas veces hemos tenido en nuestro país”.

Valadés aseguró que Muñoz Ledo se sintió siempre satisfecho por lo que pudo hacer, pero también insatisfecho por lo que quedó pendiente. Recordó que incluso en sus últimos días expresó lo que esperaba para el país en cuanto a “una mejor democracia, a un mejor Estado, unas mejores instituciones”. En ese sentido, exhortó a que se recuperen los pendientes del político.

Sobre su participación en la corriente democrática del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al lado de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano e Ifigenia Martínez, entre otros, Valadés señaló que los efectos de no tomar decisiones para avanzar en el orden democrático se pueden ver en este 2023, donde el partido se encuentra virtualmente “a las puertas de su desaparición política y electoral”.

Recordó que no se ha avanzado en fortalecer el sistema federal ni el jurisdiccional para evitar que ningún poder desborde sus facultades.

“Si tuviéramos mejores posibilidades de control sobre la presidencia de la República no necesitaríamos una presidencia débil; al contrario, necesitamos órganos que sean capaces de cumplir con sus funciones. Creo que debemos tener muy presente a Porfirio y particularmente en los meses y años que vienen, porque hay quien considera que la democracia del país está en el debilitamiento de una de sus instituciones y no es así, eso es un error que ojalá no se vaya a llevar a la práctica nunca”, apuntó.

Valadés pidió fortalecer al Congreso como sistema representativo, así como a los partidos, porque sin éstos “no hay democracia posible”. Mencionó que la muerte de Muñoz Ledo debe aprovecharse para regresar a sus ideas sobre la reforma del Estado .

“Tampoco coincido con quienes hoy expresan rechazo para algunos partidos políticos; al contrario, en el Gobierno de México que veremos a partir de 2024, nadie podrá gobernar sin el concurso de todos los partidos políticos, gane quien gane, gane Morena, gane la coalición de partidos o gane una tercera fuerza, quien gane necesitará de los demás. Esa también era una prédica constante de Porfirio Muñoz Ledo que hay que recuperar hoy. Creo que su ausencia física debe llevarnos a tener más que nunca su presencia intelectual, como una gran guía de la democracia mexicana”, dijo.

Aristegui