Al presidente Andrés Manuel López Obrador no le gustaron las opiniones más recientes de las calificadoras Moody’s y Fitch Ratings sobre Petróleos Mexicanos (Petróleos Mexicanos).
¿Qué hicieron las firmas? En el caso de Fitch, fue a mediados de julio cuando informó del recorte a la calificación de la empresa productiva del Estado (que López Obrador ha prometido regresar a su ‘antigua gloria’), que pasó de ‘BB-’ a ‘B+’.
“Las rebajas reflejan el débil desempeño operativo de Pemex, que ha dado lugar a que Fitch reduzca varias de las calificaciones de relevancia ESG de la empresa a ‘5′ y se espera que limite aún más sus fuentes de financiación de bancos, inversores y proveedores”, explicó la firma en su análisis.
En el caso de Moody’s, la nota quedó en B1, sin cambios, pero la calificadora modificó su perspectiva a negativa desde estable, al considerar improbable que Pemex cambie su modelo de negocio, lo que hará que sea más difícil para el Gobierno apoyar a la empresa.
La modificación implica que la nota crediticia de Pemex sea recortada por Moody’s en los próximos 12 meses.
“La perspectiva negativa de las calificaciones de Pemex refleja la visión de Moody’s de que, ante la falta de cambios fundamentales en la estrategia de negocio, es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios, debido a su incapacidad de aumentar las inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez”, dijo la semana pasada.
El Financiero
