En un giro inesperado, el presidente Andrés Manuel López Obrador elogió al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificándolo como un “hombre fuerte y visionario” durante la ceremonia Balance Económico sobre Desarrollo Industrial y T-MEC en San Luis Potosí. Simultáneamente, en Michigan, Trump criticó la política exterior de México y al excanciller Marcelo Ebrard, avivando tensiones políticas entre ambos países.
Trump, aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, destacó los beneficios del T-MEC y aseguró que no debería renegociarse. En su discurso ante simpatizantes republicanos, reiteró su promesa de realizar deportaciones masivas si vuelve a la Casa Blanca y recordó cómo presionó a México para desplegar 28 mil soldados en la frontera mientras construía su muro antiinmigrantes.
“Hicimos algo muy fuerte con México. Les dijimos que les íbamos a cobrar aranceles del 25% por cada carro que envíen a América, y al siguiente mes subiría al 50%, luego al 75%, y hasta llegar al 100%”, relató Trump. Según él, esta amenaza llevó al gobierno mexicano a ceder y proporcionar los soldados gratuitamente.
El expresidente también mencionó un encuentro con Marcelo Ebrard, representando al presidente de México, donde supuestamente Ebrard solicitó discutir la iniciativa de Trump, quien le concedió solo cinco minutos. Este relato fue seguido por comentarios despectivos de Trump sobre una persona con bajo coeficiente intelectual, lo que fue interpretado erróneamente en redes sociales como una referencia a Ebrard, cuando en realidad se dirigía a Joe Biden, según informes de los medios Político y Michigan Live.
Por otro lado, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum destacó que durante la administración de López Obrador, México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos en una relación de igualdad, no de subordinación. Esta declaración resalta el contraste entre la visión oficial del gobierno mexicano y las críticas emitidas por Trump.
El elogio de López Obrador a Trump, un líder conocido por su postura antiinmigrante y sus políticas de presión hacia México, ha generado sorpresa y controversia. Mientras Trump recuerda sus tácticas de intimidación como un éxito diplomático, López Obrador lo enaltece por su disposición a firmar el T-MEC.
La dinámica de elogios y críticas entre ambos líderes subraya las complejas relaciones bilaterales y plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación entre México y Estados Unidos en un contexto de posibles cambios en la administración estadounidense.
