En un acto de campaña que pretendía centrarse en la economía, el expresidente Donald Trump optó por lo que mejor conoce: ataques personales y desvíos de su discurso preparado. En un mitin realizado el sábado en Pensilvania, Trump sorprendió a sus seguidores al declarar, no una, sino tres veces, que es “más guapo” que la vicepresidenta Kamala Harris, provocando risas entre la multitud.
Lo que debía ser una oportunidad para exponer sus propuestas económicas rápidamente se convirtió en un espectáculo de insultos, imitaciones y comentarios personales. Trump, con su estilo característico, criticó duramente a Harris por su manejo de la inflación y ridiculizó su propuesta reciente para controlar la especulación de precios, comparándola con políticas comunistas que, según él, podrían llevar a racionamiento y hambre.
“Soy mucho más guapo que Kamala”, afirmó Trump en tono burlón, mientras criticaba una portada de revista en la que aparece la vicepresidenta. Estos comentarios fueron seguidos de una imitación del presidente Joe Biden y del presidente francés Emmanuel Macron, desviando aún más la atención de los temas económicos.
Joseph Costello, vocero del equipo de campaña de Harris, no tardó en responder: “Otro mitin, pero el mismo espectáculo de siempre”. Costello subrayó que Trump recurre a “mentiras, insultos y desvaríos confusos” porque no tiene una agenda electoral convincente que ofrecer a los estadounidenses.
El mitin de Trump en Wilkes-Barre se llevó a cabo en uno de los estados más disputados, donde el expresidente espera consolidar el apoyo de votantes conservadores en su intento por regresar a la Casa Blanca. Sin embargo, la constante desviación de su discurso hacia ataques personales evidencia un desafío para su campaña, especialmente ante el nuevo impulso que ha ganado el Partido Demócrata con Kamala Harris como candidata.
A medida que se acercan las elecciones, Trump sigue apostando por la confrontación y el espectáculo, una estrategia que, aunque entretiene a sus seguidores, podría resultar insuficiente para conquistar a los votantes indecisos. Mientras tanto, Harris continúa su gira en autobús por Pensilvania, promoviendo una visión optimista y unificadora, en marcado contraste con los comentarios divisivos de Trump.
Las tensiones en la carrera presidencial se intensifican, y con declaraciones como las de este sábado, queda claro que la contienda será, una vez más, un enfrentamiento polarizador que definirá el rumbo de Estados Unidos.
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