Rip Van W.
Yo pensé que el veracruzano Dante Delgado se había ido a otro país o algo similar, porque en relación con la jornada electoral pasada, nada dijo; tampoco se ha pronunciado en lo concerniente a la sobrerrepresentación ni en lo atinente a la reforma del Poder Judicial de la Federación. Volvimos a saber de él cuando trascendió que no le iban a regalar una senaduría plurinominal.
Al respecto no hay muchas cosas buenas que se puedan decir; realmente lo acabado de señalar, para decirlo en palabras decentes, es patético, vergonzoso y lamentable.
Pero, no es el único político opositor que estaba perdido o ausente; en el caso de su antiguo acérrimo rival de Dante Delgado, el también veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares, por flashazos tan combativo en contra del régimen en turno, ahora poco o nada ha dicho en lo relativo a los temas acabados de citar.
El tristemente célebre “Alito”, también ha brillado por su silencio y ausencia. Y de Ricardo Anaya o de Pepe Yunes Zorrilla, debe decirse lo mismo; para más el emecista Jorge Álvarez M. y la excandidata Xóchitl Gálvez, han salido a decir “esta boca es mía” en relación con los tópicos en cuestión.
Opino que es momento de que, mediante las “benditas redes sociales”, exijamos a los políticos de oposición (a los citados y a los muchos más que viven de nuestros impuestos “trabajando” en la política) que se pronuncien en torno a temas tan importantes como los que se han venido señalando (principalmente, la sobrerrepresentación y la reforma al Poder Judicial de la Federación).
Justo al escribir estas líneas me impuse de una nota de última hora que señala que Marko Cortés y un grupo de afines a él, han propuesto una reforma al Poder Judicial de la Federación “alternativa”. Eso no es algo para felicitarlos, pero sí para reconocérselos (a eso y más están obligados como mexicanos y como nuestros representantes).
Las cosas en el mundo y en el país, han cambiado mucho (sin duda). Por eso, a diferencia de antes, reitero que es tiempo de que la política se desarrolle de una manera distinta. En ella deben de exigirse cuentas a los representantes populares. Amlo, por interés personal, impulsó una política de opacidad, sin embargo eso a nadie favorece (salvo a él).
Como opositor amlo exigió una transparencia que negó como gobernante (siendo esa otra muestra de su incongruencia. Que sirvan estas líneas para exigir a políticos “opositores” un papel activo en esta batalla que libra la república.