El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador ha registrado una alarmante cifra de 198 mil 571 homicidios dolosos, según el más reciente informe “MX: La Guerra en Números” de T-ResearchMX. Este desgarrador número coloca a su administración como la más violenta en la historia moderna de México, superando los registros de sus antecesores, Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox.
De acuerdo con el análisis basado en los datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la cifra acumulada de asesinatos durante los 70 meses de su mandato muestra una tendencia al alza, a pesar de los esfuerzos por reducir la violencia. El punto más crítico se registró en octubre de 2020, con 3 mil 347 homicidios, mientras que agosto de 2024 presentó una disminución, con 2 mil 145 casos, la cifra más baja del sexenio.
Aunque las autoridades han señalado una ligera disminución del 0.4% en el índice de homicidios desde el inicio de la administración de López Obrador, las comparativas con otros gobiernos revelan un escenario preocupante. Durante el mismo periodo, el sexenio de Peña Nieto contabilizó 130 mil 626 homicidios, mientras que el de Felipe Calderón, conocido por la guerra contra el narcotráfico, reportó 102 mil 812 asesinatos. Vicente Fox, por su parte, tuvo el registro más bajo con 53 mil 275 incidentes.
“La reducción es mínima en comparación con la magnitud de la violencia que sigue azotando al país”, afirman analistas de seguridad, quienes destacan que, aunque se han implementado estrategias de pacificación, la violencia homicida persiste como una de las principales crisis de México.
El informe subraya que, a pesar de los esfuerzos por parte del gobierno, la violencia sigue siendo un flagelo incontrolable, especialmente en regiones del país afectadas por el crimen organizado. Además, la creación de la Guardia Nacional, una de las medidas insignia de López Obrador para combatir la inseguridad, no ha logrado revertir completamente esta tendencia.
“La cifra récord de homicidios es un recordatorio de la urgente necesidad de replantear la estrategia de seguridad”, concluyen expertos, que sugieren que el enfoque militarizado podría estar contribuyendo a un entorno de mayor confrontación en lugar de pacificación.
Con estas cifras alarmantes, el país se encuentra en un punto crítico. La esperanza de una reducción significativa de la violencia se enfrenta a una dura realidad: el desafío de detener esta marea de homicidios que sigue cobrando vidas día a día.