México vuelve a teñirse de luto por la violencia contra la prensa. Alejandro Gallegos León, periodista y director del medio La Voz del Pueblo, fue hallado sin vida este sábado, con impactos de bala, apenas unas horas después de que se emitiera una ficha de desaparición por parte de la Fiscalía General del Estado de Tabasco.
Gallegos, de 51 años, fue reportado como desaparecido el viernes por la tarde, luego de que su familia perdiera comunicación con él y temiera por su integridad. La mañana del sábado, la Fiscalía activó su ficha de búsqueda, pero el desenlace fue fatal: su cuerpo fue encontrado horas después, marcando otro capítulo de horror para el periodismo en México.
Un peligro creciente para la prensa
El asesinato de Gallegos no es un caso aislado. Según la organización Campaña por un Emblema de Prensa (PEC), este es el séptimo periodista asesinado en el país en 2024, consolidando a México como uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo.
Además de dirigir La Voz del Pueblo, Gallegos también impartía clases en la Universidad Alfa y Omega, lo que lo hacía una figura activa en la comunidad. Su asesinato ha generado conmoción entre colegas, estudiantes y ciudadanos, quienes exigen justicia y garantías de seguridad para los comunicadores.
México: Un reto para la libertad de expresión
En un contexto donde los ataques contra periodistas son frecuentes, el caso de Gallegos evidencia la urgencia de reforzar medidas de protección para los profesionales de la prensa, quienes enfrentan riesgos constantes por ejercer su labor en un entorno de violencia e impunidad.
Con cada nueva pérdida, el llamado a garantizar la libertad de expresión y la seguridad de los informadores se vuelve más urgente. La sociedad mexicana y las autoridades tienen en sus manos la responsabilidad de detener esta preocupante tendencia.
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