En medio de acaloradas discusiones en el Senado, la reforma al Instituto de Fomento a la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) avanzó a pesar del rechazo de la oposición, impulsada por los grupos que apoyan la Cuarta Transformación. La presidenta Claudia Sheinbaum no dudó en defender el legado de la administración de Andrés Manuel López Obrador y contrarrestar las duras críticas del senador panista Ricardo Anaya.
Anaya, quien había asegurado que la reforma era un pretexto para robar los recursos de los trabajadores y destinarlos a programas sociales, ahora se ve ensombrecido por sus propios antecedentes legales. Sheinbaum recordó que Anaya enfrenta investigaciones por presuntos sobornos –6.8 millones de pesos durante su etapa como diputado federal en apoyo a la reforma energética de Peña Nieto– y acusaciones de lavado de dinero en 2018. “Este hombre tiene mucho que aclarar, y debería empezar por lo suyo”, afirmó la mandataria.
La presidenta dejó claro que la reforma no solo protegerá los recursos, sino que impulsará la construcción de más vivienda accesible para los trabajadores de menores ingresos, garantizando además que cada peso invertido será transparente y auditable. “No se trata de desviar fondos, sino de asegurar que se cumpla el derecho constitucional a la vivienda”, destacó Sheinbaum.
Mientras tanto, la polémica continúa en el Senado y en las redes, donde el debate sobre el uso de los recursos públicos y la lucha contra la corrupción arde con intensidad.
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