Con su estilo irreverente y letras que confrontaron el machismo, la pobreza y la desigualdad, Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, se consolidó como una de las figuras más disruptivas de la música popular mexicana. Su legado como símbolo de resistencia femenina sigue más vivo que nunca.
Infancia difícil y camino a la fama
Nacida el 2 de abril de 1947 en Alto Lucero, Veracruz, Paquita creció en un entorno marcado por carencias económicas y una sociedad que limitaba las oportunidades para las mujeres. En busca de un futuro mejor, se trasladó a la Ciudad de México, donde trabajó como empleada doméstica y vendedora ambulante. En los años 70, comenzó a cantar en bares y mercados, conquistando al público con su voz rasposa y su actitud desafiante.
“Rata de dos Patas”: El himno feminista
Paquita irrumpió en la escena musical con canciones que rompieron tabúes. Su éxito más emblemático, “Rata de dos Patas” (1995), se convirtió en un himno contra la infidelidad y la opresión masculina. Con frases como “Eres más falso que un billete de a mentiras”, la canción resonó con millones de mujeres que encontraron en su música una válvula de escape a sus propias experiencias de desamor y traición.
Aunque se movió en géneros como el bolero ranchero y la balada, Paquita trascendió etiquetas. Vestida con trajes coloridos, desafiaba al público con miradas retadoras y comentarios mordaces. “No canto para que me aplaudan, canto para que me entiendan”, solía decir.
Una voz para las mujeres invisibles
Más que una cantante, Paquita la del Barrio fue una cronista de la vida marginada. Sus letras, cargadas de ironía y crudeza, abordaron temas como la violencia de género, la pobreza y la hipocresía social. Canciones como “Cheque en Blanco” y “Tres Veces Te Engañé” desmontaron estereotipos y dieron voz a mujeres históricamente silenciadas.
Su influencia traspasó fronteras y fue reconocida por artistas como Vicente Fernández, Jenni Rivera e incluso la banda Molotov. A pesar de las críticas de sectores conservadores, que la tachaban de “vulgar”, Paquita siempre se mantuvo firme: “Yo canto lo que otras callan por miedo”, declaró en una entrevista en 2005.
Legado y reconocimientos
A lo largo de su carrera, recibió múltiples homenajes, incluidos Discos de Oro y tributos en escenarios emblemáticos. Su impacto en la cultura popular quedó plasmado en murales, obras de teatro y memes digitales, demostrando su vigencia en nuevas generaciones.
En sus últimos años, enfrentó problemas de salud, incluyendo un infarto en 2019. Sin embargo, nunca perdió su carácter combativo. “Soy como un volcán: aunque me apaguen, siempre vuelvo a escupir fuego”, bromeó en una de sus últimas apariciones públicas.
Una leyenda en vida
Hoy, Paquita la del Barrio descansa, pero su música sigue siendo bandera de lucha para quienes encuentran en sus canciones un refugio y un grito de libertad. Su lucha por la dignidad de las mujeres continúa a través de sus canciones, que siguen siendo bandera de empoderamiento para quienes encuentran en su voz un refugio y un grito de libertad.
Como escribió una fan en redes sociales: “No murió la Paquita, se multiplicó en todas nosotras”. Su legado, como sus letras, permanece imborrable: una voz áspera, honesta y necesaria que retó al sistema y le cantó a la dignidad.
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