Un inesperado giro sacude la primera elección judicial en México. La magistrada y consejera de la Judicatura Federal, Lilia Mónica López Benítez, denunció que su nombre fue incluido sin su consentimiento en la lista de candidatos para el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial.
En un duro oficio dirigido al Senado y al INE, López Benítez exigió que su nombre sea eliminado de inmediato, advirtiendo que nunca solicitó ni aceptó ser candidata.
“La justicia no puede ni debe someterse a la lógica de los procesos políticos”, afirmó en su escrito, donde también responsabilizó a las autoridades legislativas de cualquier uso indebido de su nombre y advirtió que tomará acciones legales para proteger su trayectoria profesional.
Este escándalo abre un nuevo frente de controversia en la reforma judicial, en un momento clave para el sistema de justicia en México.
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