La guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá subió de tono luego de una tensa llamada entre el presidente Donald Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tras la imposición de aranceles del 25% por parte de Washington.
Trump reveló que Trudeau lo llamó para preguntar cómo resolver el conflicto, pero la charla terminó de forma “algo amistosa”, dejando claro que la relación bilateral atraviesa uno de sus momentos más críticos.
El mandatario estadounidense acusó a Canadá de permitir la entrada de fentanilo hacia Estados Unidos y señaló que las políticas fronterizas de Trudeau han contribuido a la crisis de sobredosis en su país. Sin embargo, el primer ministro respondió con una dura medida: aranceles del 25% sobre 155 mil millones de dólares en productos estadounidenses, advirtiendo que no se retirarán hasta que Trump revierta su decisión.
La llamada, que duró 50 minutos, fue descrita por la oficina de Trudeau como “constructiva”, aunque las diferencias quedaron expuestas. Trump ironizó sobre la situación política de su homólogo canadiense, insinuando que Trudeau usa la crisis comercial para mantenerse en el poder.
Con ambos países atrincherados, el conflicto amenaza con desatar una escalada que podría afectar las cadenas de suministro y el comercio internacional. La atención se centra ahora en una posible segunda conversación entre ambos líderes para destrabar la creciente tensión.
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